por Eduardo Ugarte*
Si bien a muchas personas les causa gracia o alegría, resulta muy difícil entender cómo un niño o un adulto puede disfrutar viendo a una mascota, aterrada por los ruidos ensordecedores de la pirotecnia. Es un buen momento para enseñarle a los más pequeños el significado de la responsabilidad que implica compartir la vida con una mascota que es "su amigo". Que entiendan, tanto los niños como los adultos, que esos estruendos le causan mucho daño, ya que estos "reyes" de la casa tienen una audición entre 5 y 7 veces mas alta que los humanos.Respeto mucho las tradiciones y es más, las estimulo. Y festejo pero no logro entender cómo una institución como la eclesiástica permite el uso y abuso de la pirotecnia como en la celebración de San Miguel en Villa Diamante, donde desde las cero horas hasta pasadas las 22:00 los vecinos y animales padecemos la tortura de las bombas.¿Una doctrina solidaria como la cristiandad no tiene nada mejor que hacer con los dineros de los fieles habiendo tantas carencias en la población -mayoría de curtiembreros e italianos- que gastarlos en estos festejos absurdos y pasados de moda, habiendo tecnologías más baratas y saludables como pantallas led y luces laser, por ejemplo.Tomemos conciencia y hagamoseló saber a las instituciones religiosas, que no nos gustan y nos molestan estos eventos.
Cada vez más cerca de Dios y más lejos de los templos.
(*) Dirigente del Frente Renovador