por Lisandro Martínez*
Cuando Víctor Hugo escribió su novela Nuestra señora de París, ubicó la acción en París medieval -mercado de Les Hulles- e ilustró cómo “Le Cour des miracles” era una zona habitada por mendigos, ladrones y prostitutas, que de día eran limosneros que fingían ceguera o discapacidad pero de noche, ya en sus casas, eran distinguidos vecinos cuyo orden político se administraba a través de una corte. Otros literatos disidentes de reyes y gobernantes utilizaron “la Corte de los milagros” para señalar los abusos políticos de los embaucadores de distintas épocas.El régimen político argentino (Cambiemos, PJ, Nac&Pop, Papa, etc.) es una farándula que superó a Le Cour des miracles, por supuesto sin ninguna de las virtudes de la picaresca medieval y en cambio ha duplicado la venalidad y corrupción de aquellos cortesanos (Intendentes implicados en tráfico de drogas ver: www.perfil.com.ar 18/5/18), obras públicas que se hunden por falta de cemento (www.cuartopodersalta.com.ar 19/10/218), el fusilamiento y abandono de personas: Rafael Nahuel y Santiago Maldonado (www.tiemposur.com.ar 25/11/2017), la asociación ilícita y lavado de activos por parte de Goncebate un mafioso protegido del intendente (guardia pretoriana de Grindetti). Goncebate manejó el negocio de la droga, cientos de planes sociales y una red de albergues transitorios (www.pressreader.com.3/12/17). Hay un listado público de delitos, cuentas offshore, aportistas truchos de campaña electoral, que caracterizan la profundidad
de la apropiación de los fondos públicos que padecemos.
En la Argentina 2018 el desfile incesante de una fauna es copia fiel de la que obligó a Goya a fines de 1700 frente a la crisis de régimen, la insurrección popular, la entrega de la soberanía y la inquisición, a dejar testimonio e inmortalizar en sus grabados esa pesadilla bajo el título genérico de “El sueño de la razón produce monstruos”. Pero en nuestra aldea de Lanús, Diego Kravetz considera que todavía no está todo dicho ni está cerca el final del estercolero en que nos obligan a vivir y confirma que van a seguir apareciendo “bolsonaros” (www.Infobae 17/10/18).
Parece ser que la presencia de nuestros devoradores de hijos del pueblo, tan bien retratados por Goya, los outsider, analfabetos políticos, derechistas y milagreros que devoran nuestros ingresos, no han finalizado su faena de degradación y por eso el secretario de Seguridad aplaudió a una policía que le disparó en la cara a un inocente (www.pagina12.com.ar 5/4/17). En cualquier empresa Kravetz hubiera sido despedido sin contemplaciones.
A Kravetz el único antecedente que lo hace elegible como secretario de algún área en el gobierno de Grindetti es su plasticidad por aceptar sin problemas ni licitación, negocios millonarios donde el resultado es el blanqueo de capitales (www.pagina12.com.ar 23/7/17). Tiene una causa por $895.966 (Resolución 1529, del 11/11/15) por un “Estudio de Satisfacción de Contribuyentes sobre servicios del Ministerio de Hacienda, estudio sobre Morosos y Encuesta laboral”; otra por $972.356 (resolución 1624 del 24/11/17), por “Estudios de Percepción y Responsabilidad Tributaria, satisfacción de proveedores gobierno de CABA y de imagen Ministerio de Hacienda y monitoreo sobre destino de la recaudación tributaria”.
Kravetz, como ya informó La Defensa -26/9/18 y 19/10/18-, está acusado junto a su esposa de asociación ilícita por enriquecimiento e ingresar dinero ilícito en actividades legales.
De allí que las explicaciones del secretario de Seguridad dadas a www.Infobae.com.ar el 17/10/18, sobre la posible “necesidad de votar un emergente que no sea de la política tradicional, enlodada en escándalos de corrupción”, ya se cumplió con creces. Macri y su familia fueron saqueadores seriales del erario público con IECSA, contrabandearon armas y automóviles con FIAT, vaciaron el Correo Argentino, lavaron dinero en el club Boca Juniors, etc. El mismo secretario de Seguridad de Lanús antes de acceder a la política con el massismo había sido denunciado por trabajadores de Empresas recuperadas durante el Argentinazo por estafar a la cooperativa obrera.
Sobre “el hartazgo de toda la sociedad frente a la inseguridad” esa reflexión no puede más que devolverle la imagen del fracasado secretario y de la “bolsonara” Patricia Bullrich, refractados ambos en el espejo de la miserabilidad personal. La Carrió ha señalado que la falopa que secuestra Bullrich es la que los narcos le dejan como vuelto. Por lo tanto sus argumentos no valen un mango y ya han sido superados por el horror diseminado por los funcionarios del actual Régimen político, PJ, Cambiemos, Frente Renovador, los K y el Vaticano.
Cuando este funcionario señala en Infobae que “el Estado debe recuperar el territorio en las villas, donde en algunos casos sigue en manos de los narcos y volver a aplicar penas: no es cierto que una vida miserable habilite ciertos delitos sin condena. Es hora de terminar con el abolicionismo de la pena”, Kravetz trata de estúpido al pueblo trabajador de Lanús: El Fanfi Goncebate fue conchabado por Grindetti en Villa Sapito, siendo públicamente dueño de varios kioscos de venta de falopa ($500.000 x semana), fue líder de la seguridad del intendente y siguió con sus kioscos hasta que un mes atrás fue detenido por amasijar a un hombre en la localidad de Luján.
Lanús, como toda la república, va a recuperar sus villas cuando el estado esté bajo el control de los trabajadores. La clase social que representan los bolsonaros de la seguridad, Bullrich y el funcionario desleal, agotaron su crédito, la declinación incluye para ellos el despido; los daños humanitarios infligidos a la población los puede colocar como objetivos de la desesperación a la que llevan a los trabajadores. Kravetz dice sin ruborizarse “si no nos ponemos de acuerdo en que el que le hace daño al otro no puede compartir la vida en sociedad, más allá de su condición social, van a seguir apareciendo Bolsonaros”. Se equivoca. El protofachismo de Cambiemos ha clausurado la aparición de fachistas a la criolla y ha abierto un camino para que ingresen los trabajadores a buscar su destino.
La centroizquierda, el nacionalismo burgués y la derecha no tuvieron una salida. La crisis se devora a los fracasados.
Que Kravetz se desgañite gritando: “¡Al ladrón… al ladrón!”, para continuar desvalijando la hacienda pública, tiene límites marcados.
(*) Del Partido Obrero