por Lisandro Martínez*
La sombra amenazante del Argentinazo sobrevuela el poder político y está más presente que nunca hoy que la quiebra del país no pudo ser subsanada. La gran patronal ha fracasado, a pesar de su éxito descomunal en cuanto a enriquecerse ella a costa del retroceso social de todo el pueblo.“El cuadernazo” de los servicios nativos impulsado por la embajada yanqui se precipita en medio de una crisis del capitalismo internacional; es una intentona para absorber todos los negocios de Argentina y América Latina y ponerlos bajo la órbita de empresas que respondan directamente al imperialismo.
Esta brutal embestida ha destapado una olla de podredumbre donde no aparece ningún delincuente común, ningún pibe chorro, ningún motochorro y sí en cambio los vándalos de traje y corbata, los educados en Harvard, los doctores, ingenieros y economistas, que han asolado al país desde siempre y que se la llevaron en pala, son la “crème de la crème”, el amalgama entre los CEO más empingorotados y relacionados con los organismos internacionales de usura, sumados al funcionariado adecuado para la tarea de saquear a la población y el empresariado que los historiadores identifican como una Burguesía Nacional dependiente de los intereses extranjeros, son los pulpos contratistas locales Paolo Roca, Macri, Roggio, Pescarmona y otros nuevos advenedizos kirchneristas que, con el cuento infame en 2003 de poner en pie la Burguesía Nacional, se embucharon -antes y ahora, durante décadas- los presupuestos nacionales.
Esta clase social es la que hoy está contra la pared con las manos en alto mientras el
gendarme imperial la está palpando de armas, drogas y papeles, porque va a un nuevo esquema de los negocios y el que no pase “el cacheo” y no se adecue al nuevo esquema de estafa al país, terminará en la miseria y en cana. Pero los síntomas son tan graves como siempre que se está al borde de la cesación de pagos y los bancos son los que los registran:
El Supervielle 30,4% abajo en la Bolsa porteña con un pie en la quiebra y otro en la convocatoria de acreedores mientras en Wall Street 33,3% menos (www.eleconomista.com.ar 24/89/18). Mientras, el Galicia 7,1% abajo y el Banco Francés 3,3% en retroceso (www.cronista.com 24/8/18).
“El Flan” que pide el derechista Alfredo Casero es el ruego para participar de la corruptela generalizada, es el no me dejen afuera así participo de distribuciones de dinero, como hizo Odebrecht que coimeó a Arribas -el amigo de Macri- a Calcaterra -el primo- quien ahora con el “convenio con Brasil” donde van a declarar los delatores “cariocas” y “argentos” y la contratista IECSA de la familia presidencial, están en el ojo de la tormenta por estar a cargo de la tuneladora del Sarmiento. Mientras, al ritmo de los organismos de la usura internacional “bailan a la gorra” Luis Caputo, amigo del Presidente y todo el “mejor” equipo económico de los últimos 50 años.
Casero planteó: “Una casa donde viven un padre y sus cinco hijos se incendia, el padre salva a sus hijos que en lugar de agradecerle le piden con insistencia flan”.
La anécdota es inadmisible: 1. Macri no salvó a nadie del incendio y por el contrario -hay pilas de denuncias en la Boca-, fue responsabilizado por el incendio de inquilinatos y conventillos, donde expulsaron familias –fuego mediante- como parte de la especulación inmobiliaria. Macri no ha salvado a nadie y menos a los 10 bomberos fallecidos en Barracas, sino que ha arrojado a la calle y a la pobreza a miles y miles. El primero que se salvó económicamente desde que llegó a la función hace 11 años es el propio Macri, que especuló con AUSA, con IECSA y sus empresas, a las cuales favoreció por tener información oficial precisa de las movidas económicas que se producirían.
“El cuadernazo” utiliza “los arrepentidos” pero ojo que buchones y delatores son usados y a posteriori son desechos sociales a los que no soporta ni la familia. Esta es una regla de “La Tumba” que se cumple dentro de los penales e inexorablemente en la vida pública. De allí que Wagner, presidente de la cámara patronal de la construcción, quien delató un régimen permanente de cartelización, es decir un preacuerdo mafioso para ganar licitaciones donde interviene el gobierno y toda la patria contratista, va camino al ostracismo.
Entendemos que el método lo habrán perfeccionado “Lupín” y De Vido pero es patrimonio de la patria contratista desde hace más de 80 años de robos y latrocinios.
En 1937 el arquitecto José Hortal, harto de las maniobras, quiso dejar al descubierto la verdadera idiosincrasia de la burguesía criolla e hizo esculpir al artista Troiano Troiani dos estatuas de piedra para el edificio de Obras Públicas de la Nación, sito en la 9 de Julio, hoy Ministerio de Salud. Ubicadas en sus vértices, una lleva un cofre en una mano y extiende la otra hacia atrás, pegada al cuerpo, con la palma hacia afuera. Mira hacia abajo, distraída, picarona, simbolizando la “viveza del viejo vizcacha” que caracteriza no a los laburantes sino a la clase dirigente argentina. A las estatuas se las llama: “Monumento al soborno”.
Desde 2001 la bancarrota del país no ha sido superada, el régimen macrista y de corruptela generalizada es tóxico para la vida de quienes trabajan; la continuidad del régimen político del ajuste y la pobreza desembozada mantenida, avalada por el kirchnerismo y el PJ desde el parlamento y las gobernaciones, son incompatibles con los derechos históricos de la clase obrera. El planteo Fuera Macri, Fuera el FMI, gobierno de trabajadores, Asamblea Constituyente, es una expresión de salubridad pública frente a la entrega de las principales centrales obreras.
La Asamblea Constituyente tuvo ciento de expresiones en 2001/2002 cuando en parques, municipios y estadios del país, trabajadores, vecinos y profesionales se autoconvocaron para deliberar y sacar conclusiones, por ejemplo: 1. que el costo más alto en la producción de bienes es el costo del gerenciamiento capitalista y 2. plantearse una salida para poner al país bajo el control de las asambleas y que delegados de éstas confluyan en una Asamblea Constituyente libre, soberana y con poder para
1. repudiar la deuda externa, 2. nacionalizar el comercio exterior y la banca, 3. nacionalizar la patria contratista, 4. abrir los libros de las empresas que han vaciado el presupuesto nacional. 5. nacionalizar el transporte y la energía, 6. acabar con la injerencia del Depto. de Estado en las FFAA nacionales y crear una fuerza reclutada y responsable entre las organizaciones obreras, 7. disolver los aparatos de represión y espionaje.
Y así marchar a la independencia política y económica de la mano de Latinoamérica y de todos los países explotados para, de conjunto, hacerle frente a la crisis capitalista y a la guerra comercial imperialista.
(*) Del Partido Obrero