Sonia Gonzalez fue a atenderse a la sala de Villa Eslovena, en Colón y Romero, el martes 10 pasado a las 8:15, y estaba cerrada a cal y canto (foto) a pesar del cartel en su puerta que avisa que abren a las 7:00. “Cuando vas a las 10:00 ya no vacunan a nadie salvo que le caigas bien a la enfermera, o que seas pariente. Siempre está malhumorada, especialmente con los chicos y cuando te quejás te dice que si no te gusta vayas a otra sala”, dice Sonia.