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martes, 17 de julio de 2018

Fuerte tendencia al socialismo en el vientre del imperialismo yanqui

por Lisandro Martínez*

El 26/6/18 en las internas del Partido Demócrata de New York se produjo la victoria de una joven representante del Socialismo Democrático, derrotando por el 57,5% a un poderoso diputado de ese Partido que estaba atornillado a su banca desde hacía dos décadas.
El fenómeno sucedió pese a que Alexandria Ocasio-Cortez, de 28 años, trabajó como mesera hasta hace sólo unos meses atrás ayudando a su madre (originaria de Puerto Rico) que es empleada doméstica y conductora de autobuses (www.theintercept.com). La “portorriqueña” dispuso para su campaña electoral de poco más de u$s 300.000. Un presupuesto diez veces menor que el de su rival, el millonario Joe Crowley (www.t13.cl/ 27/6/18). Pese a su limitado presupuesto contó con un enorme apoyo popular y recaudó más pequeñas donaciones económicas individuales que cualquier otro candidato al Congreso de la ciudad de Nueva York.
Durante su campaña, la piba del Bronx criticó al actual diputado demócrata Crowley por sus estrechos vínculos con Wall Street.
Al día siguiente del “terremoto”, Nancy Cordes de CBS News le preguntó a Nancy Pelosi, líder del Partido Demócrata, si el Socialismo está “en ascenso” en el Partido. Pelosi negó rotundamente todo avance. No obstante los periodistas gringos señalan “ha vuelto el socialismo a estar en boca de todos”.
La renovación del Partido Demócrata para recuperar la mayoría en diputados en las elecciones de noviembre está hoy en manos de jóvenes progresistas y de los “Socialistas
Demócratas”.
El programa político Alexandria lo resumió en: 1. Atención sanitaria como un derecho humano. 2. Acceso a la Educación Universitaria o Escuela de Oficios para todos los niños, independientemente de donde hayan nacido. 3. Ninguna persona sin techo, que la gente disponga de casa y alimento en los Estados Unidos.
La campaña con un video de Ocasio-Cortez se volvió viral con estas dos frases: "Se supone que las mujeres como yo no deben postularse para un cargo público" y "Nací en un lugar -el Bronx- donde el código postal determina tu destino".
En los mentideros políticos se asegura que la portorriqueña será una de los 35 miembros de Demócratas Socialistas Americanos (DSA) que ostente un cargo público en el país; suman 100 los miembros de juntas escolares o ayuntamientos y de las asambleas que están en buenas condiciones de llegar a cargos.
En 2015 los DSA contaban con sólo 6.000 afiliados y 3 años después tienen más de 35.000 y 121 secciones locales. La creciente afiliación va incrementándose de modo regular, sin importar si son estados dominados por republicanos o demócratas.
El número de norteamericanos que consideran hoy al socialismo como una salida ante el capitalismo es mucho mayor que la afiliación a los DSA. Una encuesta de YouGov -una organización que recopila datos-, fue difundida en noviembre de 2017 y sus conclusiones fueron que sólo el 59% de los yanquis tenía una imagen favorable del capitalismo. Pero el dato más revelador se da dentro de la juventud menor a 30 años donde sólo el 42% afirmó que preferiría vivir en una sociedad capitalista. Por contraposición, el 44% de los pibes declaró que prefería una sociedad socialista (www.prospect.org 3/7/18).
Es lógico que este reflorecimiento de las ideas socialistas nos retrotraiga a finales del siglo XlX principios del XX, cuando el incomparable Jack London en EEUU escribió en 1908 “El Talón de Hierro” (recomendado por Lenín y Trostky) y quien en 1905 había publicado su ensayo “War of the Classes”, donde relataba entre otras cosas:
“Luego vino la elección presidencial de 1904. Los 435.000 votos socialistas fueron como un rayo en un cielo despejado; el incremento había sido casi del 400% en 4 años, la cantidad de votos más grande para el tercer partido desde la Guerra Civil. El socialismo había demostrado que era una fuerza revolucionaria viva y creciente. La prensa capitalista confirmó mi opinión” y agrega los recortes periodísticos del Chicago Inter-Ocean, del Brooklyn Daily Eagle, del Chicago New World, del San Francisco Argonaut: todos en la misma línea represiva y reaccionaria que presenta el Chicago Chronicle: “El partido democrático de la Constitución está muerto. Está aquí el partido Social-demócrata de la Europa continental, predicando el descontento y el odio de clases, pisoteando la ley, la propiedad y los derechos individuales, insinuando la confiscación y el saqueo”.
El dirigente sindical Eugene Debs, compañero de London y uno de los fundadores de los Trabajadores Industriales del Mundo (IWW o Wobblies), fue seis veces candidato a Presidente de EEUU por el Partido Socialista de América recogiendo en 1912 más de 900.000 votos que significaron el 6% del total.
Bernie Sanders y Ocasio-Cortez carecen de aspiración revolucionaria alguna, por el contrario forman parte de una centroizquierda adocenada. La crisis económica y política abierta en ocasión de la burbuja de las hipotecas no se ha cerrado y se han desarrollado al calor de esos acontecimientos y de los ataques a las condiciones de vida en los últimos años, reagrupamientos reivindicativos en EEUU, como los trabajadores por el salario mínimo, los que denuncian a las corporaciones financieras, otros quienes levantan la defensa de las vidas de los negros o los que actúan por el derecho de los inmigrantes. Esto habla de una base social en transición y de la convicción en una porción del pueblo -aun con las confusiones del caso- de que el capitalismo es barbarie, hambre, desocupación y guerras.
El fantasma del socialismo revolucionario sobrevuela EEUU, el próximo periodo será clave para lograr se consolide un reagrupamiento de características clasistas, que sea un factor en los episodios en la lucha de clases del gigante del norte.

  (*) Del Partido Obrero