El domingo a las 14:30 cuando Gustavo Ferreira llegaba a su casa en José María Moreno y Balbín, cuatro chorros lo estaban esperando en un Golf gris oscuro. Lo metieron adentro de la casa, le pegaron para que entregara el dinero recaudado de las panaderías de las que es dueño. Mientras le ponían un revolver en la cabeza a su hija de diez años y manoseaban a su esposa. Los delincuentes, que evidentemente ya lo venían siguiendo a Ferreira, se alzaron con una abultada suma de dinero y muy tranquilos porque Villa Diamante es el farwest en todos los sentidos. El comisario de la 5ª es Osvaldo Muñoz.