Desde un sitio vecino se tomó la foto del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo (de traje oscuro) ingresando en el playón municipal de Lanús y encaminandose a la camioneta (de color negro, al fondo) que se le había secuestrado a Ricardo Centurión hacía una horas.
Se comentaba que en realidad Ritondo había venido a Lanús a liberarle el vehículo al jugador. Lo cierto es que la camioneta apareció frente a la casa de Centurión en Vergara 1543, Banfield, al atardecer.
El tipo, Centurión, pasó tres semáforos en rojo a gran velocidad, en horario escolar y borracho, se negó a prestarse al test de alcoholemia, intentó sobornar a las autoridades, y no estuvo detenido ni un minuto, y le devolvieron la camioneta. Y ningún agente -que se sepa- quedó imputado por “falta a los deberes de funcionario”.
¡Y después el secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravetz, habla del ejemplo que se les debe a los pibes! ¿Por qué no empieza él haciendo cumplir la ley?