Días pasados, un político de Lanús dijo que no conocía caso alguno de nepotismo en el municipio local. O nunca leyó La Defensa o tiene la cara de piedra. Para él aquí va un caso y medio:
Luis Alberto Soricaro (foto) es subsecretario de Recursos Humanos de la comuna. En agosto pasado hizo ingresar como empleada contratada del municipio a su hija Deborah Soricaro con un sueldo de $16.000 cuando la mayoría de los contratados no llega a cobrar $10.000. Ahora la hija de Soricaro ascendió mágicamente a subdirectora bajo las órdenes de Diego Kravetz.
Y en estos días, por orden de Soricaro el director de Personal, Hector Zuldo, puso en la lista de las jubilaciones a la jefa de división de Sumarios, para poner en su lugar, según las malas lenguas, a Paula Pedelhez, hija de Miguel Pedelhez, el delegado general de los municipales.