por Alejandro Chitrangulo
El domingo 4 de febrero se rememoró un evento realmente global que tiene lugar todos los años: el ”Día Mundial contra el Cáncer.” Este recordatorio une a la población mundial en la lucha contra el cáncer. Su objetivo es salvar millones de muertes prevenibles cada año mediante la sensibilización y la educación sobre la enfermedad, presionando a los gobiernos y personas de todo el mundo para que tomen medidas.El cáncer sigue constituyendo una de las principales causas de morbilidad del mundo. Engloba un conjunto de enfermedades genéticas en las que se da una proliferación excesiva de células en un tejido, formando, en la mayoría de los casos, un tumor sólido.
La incidencia sigue aumentando: Se estima que 24 millones de personas en el mundo serán diagnosticadas de cáncer en el año 2035, y en el año 2015 se superó en mil casos la cifra estimada para 2020. A nivel global el cáncer de pulmón es el tipo de tumor más frecuente. Por sexos, el cáncer de mama es el que mayor incidencia tiene en las mujeres y el de próstata, en varones. Pese a que la tasa de incidencia de cáncer aumenta, la supervivencia, también.
Normalmente, la cirugía es el tratamiento de primera línea, especialmente en las fases
tempranas de la enfermedad,
pero los avances en terapias como la inmunoterapia o terapia con anticuerpos, han logrado resultados muy esperanzadores, permitiendo detener la progresión de los tumores. Y que acabarán convirtiendo al cáncer en una enfermedad crónica, con un tratamiento personalizado, y con altas tasas de supervivencia.
La detección precoz es fundamental para la supervivencia del cáncer. Por ejemplo, el cáncer de piel de tipo melanoma tiene una probabilidad de supervivencia del 98% si se detecta en los estadios primarios.
Aunque no es posible prevenir con seguridad un cáncer, los factores ambientales y hábitos de vida desempeñan un papel fundamental en su desarrollo. Llevar una alimentación equilibrada, realizar ejercicio físico frecuente, mantener un peso saludable, evitar tóxicos como el alcohol o el tabaco, moderar la exposición al sol y someterse periódicamente a pruebas de detección precoz ayudan a mantener una vida sana y reducen la probabilidad de sufrir un cáncer.
La vacuna
Inyectar pequeñas cantidades de dos agentes inmunoestimulantes directamente en tumores sólidos en ratones puede eliminar todo rastro de cáncer, incluyendo metástasis distantes y no tratadas, según un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford (EE. UU.) Y que publica la revista Science Translational Medicine.
Esta técnica funciona en muchos tipos diferentes de cánceres, incluidos los que surgen espontáneamente, según apuntan los científicos, que creen que la aplicación local de cantidades muy pequeñas de estos agentes podría servir como una terapia rápida y relativamente barata contra el cáncer. Además, es poco probable que cause los efectos secundarios adversos que a menudo se observan con la estimulación inmune en todo el cuerpo como ocurre con los tratamientos tradicionales.
“Cuando usamos estos dos agentes juntos, vimos la eliminación de tumores en todo el cuerpo. Este enfoque evita la necesidad de identificar objetivos inmunes específicos del tumor y no requiere la activación al por mayor del sistema inmune o la personalización de las células inmunes de un paciente”, aclara Ronald Levy, líder del trabajo. Uno de los agentes ya ha sido aprobado para su uso en humanos; el otro ha sido probado para uso humano en varios ensayos clínicos no relacionados. Y ya se ha puesto en marcha un ensayo clínico para evaluar el efecto del tratamiento en pacientes con linfoma.
Levy es pionero en el campo de la inmunoterapia contra el cáncer, en la que los investigadores tratan de aprovechar el sistema inmunitario para combatir el cáncer. La investigación en su laboratorio condujo al desarrollo de rituximab, uno de los primeros anticuerpos monoclonales aprobados para su uso como tratamiento anticancerígeno en humanos.
Muchos de los enfoques actuales, si bien han tenido éxito, también tienen desventajas, desde efectos secundarios difíciles de manejar hasta tiempos de preparación o tratamiento costosos
“Todos estos avances en inmunoterapia están cambiando la práctica médica. Nuestro enfoque utiliza una sola aplicación de cantidades muy pequeñas de dos agentes para estimular las células inmunes únicamente dentro del tumor. En los ratones, vimos efectos sorprendentes en todo el cuerpo, incluida la eliminación de tumores en todo el animal”, explica Levy.
Los cánceres a menudo existen en un tipo extraño de limbo con respecto al sistema inmune. Las células inmunes como las células T reconocen las proteínas anormales que a menudo están presentes en las células cancerosas y se infiltran para atacar el tumor. Sin embargo, a medida que el tumor crece, a menudo diseña formas de suprimir la actividad de las células T.
El método de Levy funciona para reactivar las células T específicas del cáncer inyectando microgramos de dos agentes, directamente en el sitio del tumor: oligonucleótido CpG, que funciona con otras células inmunes cercanas para amplificar la expresión de un receptor activador llamado OX40 en la superficie de las células T y un anticuerpo que se une al OX40, que activa las células T para dirigir la carga contra las células cancerosas.
Destruyendo el dcáncer
La técnica funcionó sorprendentemente bien en ratones de laboratorio con tumores de linfoma de ratón trasplantados en dos lugares de sus cuerpos. Inyectar en una única zona del tumor con los dos agentes causó la regresión no solo del tumor tratado, sino también del segundo tumor no tratado. De esta manera, 87 de 90 ratones fueron curados del cáncer.
Aunque el cáncer reapareció en 3 de los ratones, los tumores retrocedieron nuevamente después de un segundo tratamiento. Los investigadores observaron resultados similares en ratones con tumores de mama, colon y melanoma.
Respecto al ensayo clínico actual con alrededor de 15 pacientes humanos con linfoma de bajo grado, si tiene éxito, Levy cree que el tratamiento podría ser útil para muchos tipos de tumores. Imagina un futuro en el que los médicos inyectan los dos agentes en tumores sólidos en humanos antes de la extirpación quirúrgica del cáncer como una forma de prevenir la recurrencia o incluso para evitar el desarrollo de tumores futuros debido a mutaciones genéticas como BRCA1 y 2.
“No creo que haya un límite para el tipo de tumor que potencialmente podríamos tratar”, dijo Levy.
Referencia: I. Sagiv-Barfi el al., “Eradication of spontaneous malignancy by local immunotherapy,” Science Translational Medicine (2018) Vol. 10, Issue 426, eaan4488 DOI: 10.1126/scitranslmed.a