En diciembre fue enviado al deliberativo desde el ejecutivo, un proyecto por el cual se solicitaba la autorización de los concejales para efectuar la venta de cuatro edificios municipales: en Liniers 339/341/343, en Arturo Melo 1665, en Máximo Paz 142 y en Arturo Melo 1669/71. El producto de la venta se incorporaría al erario municipal para gastos ordinarios. El proyecto debería ser tratado en una extraordinaria que se realizó en ese mes.
Cabe señalar que en ese proyecto no se mencionan los motivos por los que el intendente ha tomado esa decisión, cuando, dado la importancia de la misma, era de esperarse.
Según Gustavo Magnaghi, de Unión Ciudadana, hubo una férrea oposición de los nueve ediles que conforman esos bloques y el presidente Marcelo Rivas resolvió demorar su tratamiento y dejarlo pendiente "sujeto a modificaciones". Esta calificación corresponde a las autoridades del Concejo.
Cuando a través de La Defensa se dio a conocer el tema, desde la oficina de Prensa municipal indicaron que no era así y que sólo el de Melo, donde funciona -por pocos días más- Desarrollo Humano, es el edificio que se llevaría a remate.
Pero el proyecto existe, está en el HCD y consigna las cuatro propiedades. Las modificaciones a las que estaba "sujeto" comienzan con el retiro de la venta de la propiedad de Máximo Paz 142 -Centro de Documentación Rápida- comunicado por nota del 16 de
febrero al HCD. O sea que las tres restantes aguardan su aprobación en alguna sesión.
Magnaghi indicó que la próxima sería el 26 de febrero pero aún no estaría confirmada. Tampoco lo están los expedientes para aprobar, a una semana de su tratamiento. Como no hay comisiones por estar en período de extraordinarias, no hay debate previo de esos expedientes y en las últimas 24 horas antes de la sesión los ediles tomarán conocimiento de los mismos.
Una última consideración: la Ley Orgánica de los Municipios es una ley que no cambia ni se actualiza. Tiene disposiciones como la que estipula que las ordinarias recién comienzan en abril.
Legisladores provinciales: es hora que las cambiemos.
Marta Santos