por Lisandro Martínez*
El periodismo ha sido impuesto al pueblo bajo la falsa formulación de ser el "Cuarto Poder" del Estado, detrás de los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo, y cumplir la alta misión de ser la conciencia de la nación. “La prensa independiente” hace rato que fue cooptada por los mercachifles del templo y la más consecuente sufre todo tipo de apremios económicos que le impiden desenvolverse y su valentía la pone al borde de la quiebra. La influencia malsana y estupidizante que el régimen de evasores impositivos ejerce sobre la sociedad y la opinión pública es indignante, porque cualquier hijo de vecino reconoce la mentira de la verdad.El papel de infradotados que adoptan los políticos que atropellan a la sensatez por mandato del círculo rojo, es francamente degradante y es el que siguen los propaladores de noticias mitad verdad y mitad mentiras en radio, diarios y TV. Que el ideólogo de estos argumentos grotescos sea el vendedor de biblias y mal imitador de “Chespirito”, Durand Barbas, expone con crudeza el derrumbe cultural, moral y político, de un régimen que reclama en su lecho de agonía por su sepulturero.
Desde 1920 funcionan paraísos fiscales en diversas partes del mundo para esconder fortunas mal habidas por delincuentes, narcos y ricos que se niegan a pagar sus impuestos personales. En cambio en sus gobiernos, las patronales recargan impositivamente al mundo del trabajo. “El fraude fiscal cuesta cada año a los Estados del mundo entero 130.000 millones de euros”. (“La Riqueza faltante de las Naciones”, Gabriel Zucman Siglo XXI- Mayo 2015). Por lo tanto el déficit fiscal está asegurado.
Hace 90 días se dio a conocer una nueva filtración mundial sobre paraísos fiscales
realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que accedió a millones de documentos de sociedades creadas o que operan en múltiples paraísos fiscales del planeta. En esa investigación actuaron, entre otros, periodistas de La Nación y de Perfil, describiendo el entramado internacional de grandes evasores y el vínculo delictivo del ministro Luis Caputo, quien no sólo invirtió dinero de contribuyentes argentinos sino también millones de dólares del Anses. Es decir se ha ganado largamente un lugar en el penal de Ezeiza.
Con los Panamá Papers -octubre de 2015- en Argentina “misteriosamente” no se difundió antes del ballotage Macri/Scioli, como uno y otro expropiaban al fisco. No tuvo difusión el listado de estafadores del tesoro público, en cambio “en México surgieron nombres del CEO de Televisa, la principal empresa de medios de ese país; el de su competidora, TV Azteca; el de la empresa de medios de Angel Remigio González González, dueña en Argentina de Canal 9 y un grupo de radios que incluía a Continental y otras muchas empresas”. En Argentina los propios monopolios mediáticos ocultaron la lista de las empresas que aparecían mencionadas en los Panamá Papers. En cambio los periodistas de México, Brasil, Chile y Colombia, sí lo hicieron exponiendo a los bribones de su país. Si en Argentina se hubiera operado de igual forma “los periodistas locales que participaron del ICIJ se estima que deberían haber comenzado por los propios medios en los que trabajan, que tienen sociedades offshore” (www.perfil.com/columnistas/macri-offshore-0408-0078.phtml)
Lo que se destaca es que el ministro Caputo, al asumir como secretario de Finanzas en 2015, ocultó en sus declaraciones juradas que tenía acciones en dos compañías y que era dueño de una gerenciadora de fondos de inversión en Miami. La Agencia Bloomberg y otros medios, señalan que Caputo y el argentino Martin Guyot fueron fundadores el 31/3/2009 de Noctua Parfterners LLC. Caputo fue manager durante 6 años hasta 2015 de Alto Global Fund, inscripto en las Islas Caimán el 3/7/2009. Su trabajo específico era que sus clientes poseedores de una masa de dinero negro (coimas, delitos, narcotráfico, etc.) evadieran el pago de impuestos y blanquearan. De allí que oficialismo y oposición aprobaron, sin levantar una queja, la designación de Caputo como ministro, permitiendo que un organizador de delitos contra el Estado accediera al manejo de las finanzas públicas (ver Suddeutsche Zeitung, diario alemán y la investigación del ICIJ). Aparecen en la investigación planillas de 2011 donde Alto Global Fund integra la nómina de los más prolíferos “hedge funds”.
En 2015 cuando “la pelea K” con los “Fondos Buitres”, los medios consultaban a Caputo como un especialista y presentaban al “teacher de la evasión” como “gerente de la cartera Noctua Partners” (Agencia Bloomberg).
Alto Global Fund en 2016 inscribió en Argentina: Alto Global Fund LTD, junto a otros dos fondos: Argentina Fund LTD. y Argentina Mater Fund, con domicilio en Marta Lynch 489, Puerto Madero, todos vinculados a Noctua.
El escándalo “en la vecindad del Chespirito”, se completa a partir del compromiso que asumió Argentina que en el 2018 va a presidir el G-20, donde los países industrializados y emergentes pretenden ponerse a la cabeza en la lucha contra los paraísos fiscales. Tal vez asistamos a la crisis internacional de un G-20, donde el ministro de finanzas del país que lo preside no podrá hacerse presente por su prontuario o por estar ya alojado en un pabellón a su medida.
Tras la ¿desvinculación? de Caputo, los fondos no dejaron de tener estrategas del regateo, la pirateada y el blanqueo. Así apareció Fernando Bearzi, dueño de Bearzi & Asociados, quien en agosto pasado por sus extraordinarios servicios a “la patria financiera” asumió en el Banco Nación como Director de Nación Bursatil SA. (www.dateas.com/es/persona/fernando-omar-bearzi-20210762370), siempre acompañado con el silencio del oficialismo y la oposición.
Ha surgido de las investigaciones internacionales que la parasitaria clase social que incluye a medios y empresarios de los más empiringotados que “guían” los destinos del país, no tienen otro plan que el saqueo permanente y el desfalco de los recursos fiscales, jubilatorios y naturales.
Los trabajadores y el pueblo tienen el desafío de acaudillar el país y para eso establecer un programa que plantee una salida independiente a la nación mediante un plan económico y político, diseñado en un congreso de delegados del movimiento obrero y los trabajadores en general. Que contemple la nacionalización de la banca, el comercio exterior y la gran propiedad agraria; para que el ahorro nacional se aplique a la industrialización del país y a un plan de obras públicas diseñado a partir del interés popular.
Por la apertura de los libros de los bancos y de las grandes empresas bajo el control de los trabajadores urbanos y rurales. Por el repudio de la deuda usuraria e ilegítima en poder de los acreedores privados nacionales y externos. Por la ejecución directa de la obra pública por parte de los Estados nacional, provinciales y municipales bajo control obrero.
(*) Del Partido Obrero