por Lisandro Martinez*
La Coalición Cívica ARI, una creación de Elisa María Avelina Carrió fue junto al GEN de Margarita Rosa Stolbizert parte de lo que se llamó la Centro Izquierda en Argentina. Estas organizaciones bancadas por los grandes medios de comunicación y otras organizaciones patronales tuvieron su fugaz primavera cuando pretendieron sin suerte disputarle a la izquierda posiciones progresistas y de lucha en el escenario nacional. Sólo basta ver el video de Carrio mintiendo sobre la muerte inducida de Santiago Maldonado o su actuación en Diputados para que se produzca el saqueo a 8 millones de jubilados. Tambien está presente en las retinas del público la perturbadora escena de la Stolbitzer cayendo en brazos de Massa, un compinche de Rodolph “Tolerancia Cero” Giuliani, ex alcalde de Nueva York y amigo personal de Donald Trump.En poquitos años una y otra agrupación política han girado a la derecha sin límites, ya que el rincón opuesto estaba ocupado por sus dueños y su discurso y sus acciones han puesto en evidencia que la envoltura para regalo que quisieron vender al soberano disfrazándose de progres, concluyó en un conservadurismo malsano, mientras su continuidad sólo es parte de una plataforma de lanzamiento de carreristas políticos, que en el momento menos pensado, se incorporan al staff de los defensores de la barbarie capitalista.
Carrio ha refugiado en su interior a elementos como Prat Gay, uno de los Chicago Boy que lograron traspasar la deuda externa de empresas privadas a que fueran gatillada “in eternum” por los contribuyentes. Luego está Fernando Iglesias y otros que sorprendentemente, se presentaron como defensores de la transparencia de la cosa pública. Es necesario recordar que Mariano Amore, salido de esta cantera de muchachos brillantes y “probos” terminó su carrera política en Lanús primero borocotizado por el el PJ vía Darío Díaz Pérez y más tarde siendo secretario de Seguridad (2008) cuando ensució los
pañales, a la hora de denunciar la ocupación del Palacio Municipal por una tropa de lumpenes, organizada por Néstor Grindetti desde CABA, cuyo plan era destituir por la vía golpista al intendente Díaz Pérez.
A los seres comunes que entendemos que la única salida a las crisis del capital es una política obrera, nos pone la carne de gallina cuando, estos tipos y tipas, asumen jurando por lo que no creen, no defienden, ni cumplirán, mencionando a dios, la patria, el progreso, la belleza y la verdad.
Un pollito de Carrió en Lanús
Esto hace, que para preservar nuestro equilibrio, que nos refugiemos en la ironía, el sarcasmo y la sátira para ridiculizar estas conductas inhumanas, que terminan en las antípodas de lo que prometieron.
No sorprende, ante la falta de trabajo, que un pollo de Carrió, Cristian Carnaghi Falcón que preside la Coalición Cívica de Lanús proponga que no hagan ola con el empleo en la función pública para toda la familia (ver aparte). Esto destaca cual es la formación personal y política, en la que privan los ventajeros, de acuerdo en que escalón del reparto estén parados.
¿Acaso ya no hemos visto, escuchado públicamente y leído en La Defensa que el bloque mayoritario en Lanús históricamente le entrega a los bloques de “oposición” un lote de puestos de trabajo, planes de empleo, etcétera, para vehiculizar la gobernabilidad y que la oposición sea dócil a través de las dadivas que recibe? El ejemplo más abrumador de la compra de voluntades es que todo el equipo de gobierno de la Stolbitzer esté trabajando a las órdenes del rabino Bergman de Macri en Acumar ganando cada “margarito” por lo menos $150.000 para que el Riachuelo continúe tan descompuesto como ellos.
Este hombre Carnaghi, de apariencia joven, tiene en su interior adherida la membrana maloliente de la política de los caudillos del ‘30 (“Fin de Fiesta” de Beatriz Guido), donde la negociación y la tolerancia a la porquería, era parte de la supervivencia, para continuar flotando en las cloacas del poder.
No es necesario ser un experto en lingüística forense, para entender el mensaje de Carnaghi, cuándo dice: “No hace referencia a ningún caso puntual, porque no tengo conocimiento al menos de ningún caso en esta gestión. Si me entero de alguno no tengo problema en denunciarlo y seré el primero en combatir y presionar para que el nepotismo y el acomodo vaya erradicándose como práctica cultural e institucional”
Lo que propone Carnaghi, es una “mesa de diálogo” entre los que manejan la caja del nepotismo y los que están fuera de esa posibilidad, por ejemplo él.
En la política capitalista el nepotismo es el ABC del desarrollo institucional de los gobiernos de espaldas a los intereses de la clase obrera. Por el contrario el gobierno de los trabajadores es la superación por del control de la gestión pública que ejerce la masa del pueblo que pone bajo su control la cosa pública.
Proponerle al intendente Néstor Grindetti por medio de una carta, que firme un decreto para adherir al municipio en la cruzada contra el nepotismo, que emprendió el presidente Mauricio Macri, es un triple embuste que Carnaghi quiere hacerle tragar al soberano:
1. Macri tiene a varios de su parentela como ñoquis (leer al mercenario Lanatta).
2. En el Municipio de Lanús funciona la política de “me debes una” oficializada por los punteros de Quindimil, luego los K y hoy de Grindetti, lo que significa que si queres laburar tenés que pasar por el túnel de sus piernas.
3. Desconocer que la Argentina es un solo distrito, a la hora de combatir el nepotismo, Carnaghi lo utiliza para ocultar que Carrió no tiene ninguna política en contra de esa porquería, porque sus ideólogos de la embajada yanqui son participes de la política de dejar que la burguesía nacional coma las migajas del banquete y por lo tanto explote el nepotismo y sea a su vez una masa de corruptos fácilmente manejable mediante carpetazos por intereses antinacionales.
El desafío es hacer que el soberano se adueñe de la cosa pública a través de un gobierno de trabajadores.
(*) Del Partido Obrero