miércoles, 21 de febrero de 2018

El debut en la copa

por Marcelo Calvente


La inocultable superioridad de Racing y la elocuencia de las muchas situaciones de peligro creadas a partir del gol de Donatti, convertido a los 28’ por medio de un córner bien tirado al primer palo, mientras Lanús durmió en la marca del adversario más alto, no reflejan que desde el inicio y hasta dicho gol, Lanús había sido el dominador. No lo digo yo, lo dicen las llegadas de uno y otro. Al minuto de juego tuvo la primera con un gran cabezazo de Thaller, cuyo frentazo sin marca se estrelló en el travesaño, y la pelota, luego de impactar en el horizontal rebotó en el cuerpo del arquero y, milagro de por medio, se fue mansamente al tiro de esquina. El envío lo cabeceará Marcone, más en soledad aún que Thaller, y la pelota se irá por encima del arco. A los 5, Lautaro superó en velocidad a Donatti, quien adentro del área y desde atrás lo bajó violentamente, y Delfino, a pocos metros de la jugada y sin futbolistas que estorben su visión, decidió no sancionar el evidente penal. Cosas de la Superliga a las que, según parece, habrá que acostumbrarse. El gol de Racing puso fin al breve dominio Granate.
   A partir del reinicio, Lanús fue perdiendo confianza y precisión en las entregas, y fue sucumbiendo ante un equipo que tiene un enorme poderío en ataque, aunque lo hace vulnerable una defensa que no está firme. Marcone fue la figura de Lanús y Andrada redondeó una muy buena actuación. Carrasco, Pasquini, Román y el Laucha aportaron lo suyo, pero los delanteros blanquicelestes desnudaron la inexperiencia de los centrales
granates, dos jóvenes cuya presencia en el equipo titular era algo impensado dos semanas atrás. Las lesiones de Herrera y García Guerreño y a la tardanza en la incorporación de Nehuen Paz, el único refuerzo que llegó a préstamo, lo hicieron posible y de ellos depende su futuro.
   Los fundamentos de la dirigencia fueron explicados, tienen como principal obligación cuidar el dinero del club, más allá de que los hinchas no parecen darle importancia a la cuestión ni ala crisis política que se ve venir en la AFA. Es sabido que hay equipos mejores y peores que Lanús, que por lo visto hasta ahora,  puede ganar o perder con cualquiera. Acaba de concluir el ciclo de Almirón, el más exitoso de la historia del club, con un saldo a favor inocultable: tres títulos, una final de Copa Libertadores, un enorme  prestigio internacional y un presupuesto demasiado alto que hay que bajar. Te guste o no, Lanús está en transición, y esa instancia no tiene plazos. Siendo cuidadosos, pacientes, austeros, y si ayuda un poco la suerte, pronto volveremos a ser un equipo competitivo.
El principal objetivo del semestre se empieza a jugar hoy a las 19:15 en La Fortaleza ante el Sporting Cristal peruano, por el partido de ida de la primera fase de la Copa Sudamericana. La revancha será en Lima el 7 de marzo próximo, y el resto de la Copa se jugará después del receso, que será en junio, cuando se dispute el Mundial de Rusia. Después de un semestre de recorte de gastos, tanto la conducción como Carboni  podrán evaluar mejor el panorama a futuro. Acompañar al equipo, alentar más que nunca o retacearles el apoyo y fustigara los protagonistas, es cosa de cada uno.