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domingo, 3 de diciembre de 2017

El gobierno ya ordena aplicar la ley de fuga

por Lisandro Martínez* 

Luego de 48 horas de que integrantes del grupo Albatros de la Prefectura Nacional asesinaran a un pibe de 22 años desarmado, Rafael Nahuel, que corría para no ser detenido en Villa Mascardi, Bariloche, la ministra Patricia Bullrich respaldó a la Prefectura:  “Su versión es la verdad, no necesitamos pruebas”, dijo, para creer la versión que dio la fuerza represiva (www.lapoliticaonline.com 27/11/17). Bullrich entiende que hay que operar como la Mossad mediante la ocupación militar que actúa en la limpieza étnica en Palestina con métodos de guerra civil. Esto debe hacerse en la Patagonia, para luego entregar ese territorio “limpio” a manos de intereses extranjeros.
   La ministra de Seguridad, cuyo marido es un agente de los servicios de inteligencia israelitas, ha tomado a la República Argentina como un laboratorio para aplicar como solución final el exterminio de los conflictos sociales a balazo limpio. Esto se intenta desenvolver en un país sometido por los organismos financieros internacionales y cuya base social interpela a este gobierno a través de doce millones y medio de pobres, un déficit habitacional pavoroso a nivel del país todo y de carencia de tierras para muchos miles de habitantes en los “desiertos” de ¡la Patagonia! Para esa actividad de limpieza la Bullrich -mandatada por el presidente Macri-, violentando la constitución y las leyes vigentes ha señalado que frente al asesinato de un pibe: “Pruebas necesita el juez”, un improperio propio de una bestia cebada en sangre y en la impunidad precaria que sostiene a un gobierno que reposa sobre las bayonetas de EEUU e Israel.
  La ministra, no obstante estar canchera a la hora de mentir descaradamente (revisar el caso Maldonado), ahora que le habían escrito un texto para explicar los sucesos de Villa
Mascardi, intervino en la conferencia que burlonamente se realizó en el Salón “Pueblos Originarios” de la Casa Rosada y, emulando a Macri, a la hora de leer se equivocó y tartamudeó dando muestras de que arrastra una asignatura escolar pendiente.
   La clave de la acción gubernamental -ilegal y anticonstitucional- es establecer “un foco de terrorismo” para travestir la inconducta del gobierno con ropaje de legalidad.
 Por eso señaló: "Estamos ante grupos violentos, que no respetan la ley, que no reconocen a la Argentina". Y agregó bordeando el delirium tremens que “el grupo mapuche tenía armas de grueso calibre, lanzas con cuchillos en las puntas, máscaras antigas, armas blancas, armas de puño y había armas de grueso calibre, una de la cuales –fabuló-  cortó de cuajo un árbol de 20 centímetros.” (www.diariochaco.com 27/11/17). Armamento que no se comprobó que existiera.
   Bullrich, igual que frente a la muerte inducida de Santiago Maldonado, rechazó separar a los prefectos sospechados y sin ninguna evidencia ni prueba científica a la vista, aseguró: "El Ministerio de Seguridad ya definió. Nosotros no tenemos que probar lo que hacen las fuerzas de seguridad, le damos el carácter de verdad".
   En esos mismos días -de pena y dolor- la vice presidenta Michetti sostuvo sobre el asesinato de Rafael Nahuel: "El beneficio de la duda siempre lo tiene la fuerza de seguridad". Es decir que da por sentado antes de cualquier investigación judicial que está permitido asesinar a alguien con cierto armado de la escena para que luego ante la duda prive la versión de los “gatillos fáciles”.
   También se conoció la cerebración poco criteriosa del presidente de la Nación a través del relato periodístico de un matutino.
 El diario Crónica anticipó que esta promoción para hechos ilícitos de gatillo fácil es una propuesta oficial que tiene al presidente Macri como a uno de sus impulsores más activos. Esta aventura buscando que aparezcan seudos terroristas (remember El Aprendiz de Brujo) es peligrosa y poco reflexiva si se entiende que venimos de un baño de sangre con miles de asesinados por la triple A y 30.000 desaparecidos, secuestrados y torturados por la dictadura militar.
    “En la reunión de gabinete –sigue Crónica- Patricia Bullrich estaba dando una detallada explicación ante los ministros sobre el operativo en el que murió Nahuel, de la comunidad Lafken Wincul. Mauricio Macri escuchaba en silencio y asentía con su cabeza. Hasta que en un momento la interrumpió:
  -Pará ahí, Patricia. ¿Cómo que en medio del operativo llamaron para ver si podían usar sus armas? ¡Esto no pasa en ningún lugar del mundo!
    “Macri dejó en claro ante su gabinete que no cederá ante la presión de algunos sectores de derechos humanos para que se abra una negociación con los RAM. Y también ofreció un respaldo contundente a Bullrich. No sólo desde lo operativo sino también desde lo comunicacional. Es que, contrario a las críticas que ayer se volcaron sobre la ministra por advertir que el gobierno “no tiene que probar lo que hacen las fuerzas de seguridad”, para el presidente esa afirmación se trata de una cuestión de "lógica". ¿Qué tal? 
   Según Macri, "hay que volver a la época en la que dar la voz de alto significaba que había que entregarse" (diariocronica.com.ar 29/11/17).
   Organismos de DDHH han señalado que las palabras del presidente “son la orden al aparato represivo estatal de aplicar ´la ley de fugas` sin disimulo, la orden de reprimir, de fusilar sin límites. La vicepresidenta con la presentación de su nueva tesis de que “en caso de duda todo se coloca a favor de los que reprimen”, dijo algo muy claro, es “la decisión que hemos tomado como estado”.
   Para los organismos de DDHH jamás se ha dicho con tanta claridad desde la primera línea de un gobierno nacional lo que hace 30 años sostenemos: No son errores, no son abusos, no son excesos, no son fuerzas descontroladas o a las que les soltarán la mano: es el brazo armado del estado dispuesto a aplicar la ley de fuga como en EEUU se aplica a la población negra y pobre.
   La Cumbre del G20 en Bariloche se hace en medio de la militarización más aguda de esa localidad de la provincia de Rio Negro. La Cumbre fue alimentada con una provocación a los integrantes de la Comunidad Lafken Wincul que terminó en asesinato.
 Fuentes del gobierno nacional ratificaron ayer que la reunión de viceministros de finanzas de los países más desarrollados del mundo, reunidos en el G20, no se suspende. La actividad está organizada en el hotel Llao Llao y no será abierta ni al público ni a la prensa, como una agorera señal de que lo que se discute allí debe ocultarse y hacerse a espaldas al pueblo.
 La historia está llena de estímulos explosivos para las masas, como esta guerra civil que tiene programada el gobierno de Macri y que junto a la crisis económica que oportunamente estallará provocará levantamientos populares y hasta revoluciones sociales.
 Abajo la Represión. Fuera las tropas de ocupación del territorio nacional. Viva la lucha obrera. Gobierno de trabajadores. 
  (*) Del Partido Obrero