por Salvador Baratta*
Lamentablemente los delincuentes, volvieron a quitar la vida a un funcionario policial, y su esposa pelea por su vida, es decir nuevamente una familia ha sido desbastada. Óscar Morel (foto) el sargento de la Policía metropolitana fue muerto por balas de estos cobardes, que no saben lo que es salir a ganarse el pan, y todo lo que tienen lo logran así, de esta manera. Seguramente ninguna organización de derechos humanos reclamará por el sargento y su familia, pues como todo está claro y no hay polémicas, a nadie le interesará. Siempre digo y no me cansaré de decirlo que la sangre de los policías tiene secado rápido. A todos los policías del distrito recuerden con honores la bravura de este hombre, y en un país que está cambiando, los que vestimos con orgullo el uniforme empecemos a exigir que se nos trate como personas y se honre a nuestros héroes.Sargento Oscar Morel, descanse en paz.
(*) Ex subjefe de la Policía Bonaerense.