Alguien le tiene que decir al dueño del restaurante La Farola que el domingo es el único día que no pasa el recolector de residuos y que se abstenga entonces de tirar la mugre que produce su negocio en la avenida 9 de Julio, en la esquina con Salta. Y no es el único: Los comerciantes del paseo los sábados sacan la basura y el lugar es irrespirable.