En la villa chingolense La Fé, los vecinos hace más de un mes que conviven con las calles rotas e inundadas, llenas de desechos y con olores nauseabundos, porque las obras de cloacas quedaron paralizadas y ahora la gente “arma puentes con tablones para poder cruzar de vereda, mientras peligra la vida de los niños por la cantidad de pozos que existen y lo más grave es que por la rotura de caños que ocasionaron las obras inconclusas, toman agua contaminada en las casas", manifestó Pablo Arburúa, dirigente de Libres del Sur, al cabo de una recorrida por esa barriada que realizó junto a Melina D'Amico. Nadie de la municipalidad se acercó a informarles a los vecinos.
"Hace una semana el presidente Macri visitó Chingolo con Grindetti y tres cuadras separaban a su helicóptero de estos vecinos”, observa Arburúa.