por Alejandro Chitrangulo
Últimamente se han puesto muy de moda dietas donde los hidratos de carbono brillan por su ausencia provocando que el cuerpo entre en cetosis, un proceso por el cual el cuerpo transforma las grasas acumuladas en cuerpos cetogénicos para ser usado como combustible por nuestro organismo.Qué es la cetosis
Los hidratos de carbono son la fuente principal de energía de nuestro or
ganismo, los cuales al ser digeridos se transforman en glucosa que se transporta por la sangre y se transformará en glucógeno que se almacena en el hígado y músculos, y es la energía instantánea para nuestro movimiento.
Para contrarrestar la glucosa en sangre el páncreas genera insulina que activa el paso de glucosa a glucógeno. A más hidratos simples más picos de insulina más glucosa se trasforma y llega un momento que como no se puede almacenar
más se transforma en grasa. Cuando limitamos la cantidad de hidratos de carbono a no más de un gramo por kilo de peso diarios o incluso hasta menos de la mitad de eso, la cantidad de glucógeno baja considerablemente, por tanto el cuerpo se ve obligado a utilizar las reservas de energía para generar glucógeno (esto pasa normalmente al tercer día de dieta).
Para transformar la grasa en cuerpos cetogénicos el páncreas sintetiza una hormona llamada glucagón, y digamos que a grosso modo se entra un proceso llamado cetogénesis. Este proceso libera los famosos cuerpos cetónicos. Si esta situación se mantiene durante varios días los cuerpo cetónicos se acumulan en sangre y esto es lo que se conoce como cetosis.
Los beneficios keto
Dos investigaciones independientes realizadas en ratones, apoyan que la dieta cetogénica puede mejorar la memoria en la vejez, así como prolongar nuestra vida útil. Conocida también como dieta keto, se caracteriza por ser alta en consumo de grasa, baja en proteína y muy baja en carbohidratos y ha ganado en popularidad en los últimos tiempos debido a su asociación con la pérdida de peso, la terapia adyuvante del cáncer, y algunos tratamientos de la epilepsia.
Ahora, los dos estudios, dirigidos por Eric Verdin y John Newman, del Instituto Buck para la Investigación del Envejecimiento de California (EEUU) y por John Ramsey de la Universidad de California (EEUU), concluyen que la dieta cetogénica podría ayudar a mejorar la memoria y reducir la mortalidad.
Ambas investigaciones, que han sido publicadas en la revista Cell Metabolism, probaron los efectos de cuatro tipos de dietas: cetogénica, baja en carbohidratos, alta en grasa y el grupo de control, en un grupo de ratones. Los científicos usaron tareas que incluían laberintos, vigas de equilibrio y ruedas para probar el desarrollo de las habilidades cognitivas y la fuerza física de los ratones a medida que envejecían. También controlaron su función cardiaca y cualquier cambio en la regulación de la expresión génica.
Los resultados revelaron que los efectos de la dieta cetogénica en el cuerpo de los roedores eran muy similares a los del ayuno y otras restricciones dietéticas. Por ejemplo, la señalización de la insulina y la expresión génica tuvieron el mismo impacto que el ayuno.
El equipo del Instituto Buck halló que la dieta cetogénica aplicada sobre una base cíclica, es decir, alternada con la dieta de control, previno La obesidad, redujo la mortalidad de mediana edad y evitó la pérdida de memoria en los roedores.
"Los ratones más mayores que siguieron una dieta cetogénica tenían mejor memoria que los ratones más jóvenes. Eso es realmente notable", afirma Verdin.
La dieta keto puede aumentar la concentración de ácido beta-hidroxibutirato (BHB) en el cuerpo, lo que, según los investigadores, mejora la función de la memoria. Según Verdin, se trata del primer estudio que detalla el impacto beneficioso de BHB en la memoria y la vida útil en el caso de los mamíferos envejecidos. "Esto abre un nuevo campo en la investigación sobre el envejecimiento, pues creemos que los beneficios para la salud de BHB pueden ir más allá de la memoria", sugiere Verdin.