El año pasado se aprobó un convenio por el cual el Ministerio de Infraestructura envió una partida de dinero destinada a la puesta en valor de las calles 29 de Setiembre entre Malabia y Alfonsín y de Rosales entre Ross y San Martín. Las obras se hicieron y el municipio ahora devuelve al gobierno federal $3.503.849 que no usó porque "pudimos ahorrar", según expresaron. Al respecto, algunos memoriosos señalan que esto es inédito en el distrito: Es la primera vez que, con las obras realizadas, se devuelve parte del dinero asignado. El expediente se aprobó sobre tablas.
También en la sesión de ayer se prorrogó por 18 meses la vigencia de la ordenanza Nº11848, que establece la emergencia de seguridad en el distrito y se aprobó, sobre tablas, la reforma del artículo 1º de la ordenanza que establecía la prohibición de venta de combustibles a quienes no tuvieran los chalecos y cascos con patente. A partir de esta modificación, en todas las estaciones de servicio del distrito podrán hacerlo los motociclistas que porten, como corresponde, su casco y la patente en su moto. O sea, como dicen los moteros, "las personas no se patentan", las motos sí.
Otros convenios que se aprobaron sobre tablas: con el Organismo Provincial de Niñez y Adolescencia para el proyecto "Casa de Abrigo" (para apoyo y asistencia a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad), y otro con el Anses para la creación de una delegación en Valentín Alsina. En este caso el convenio establece que el municipio debe poner a disposición un local, lo cual sería similar a las condiciones que se indicaron para la radicación de la defensoría de pueblo y de las fiscalías.
Se aprobaron también los expedientes por la donación de juegos efectuada por la empresa Aggreko (que se colocarían en la plaza de Madariaga y Allende) y la construcción de la ermita para la virgen que está emplazada en la plaza Auyero.
En otro expediente se solicitó que los postes indicativos de las paradas de colectivos tengan señalización del número de la línea en sistema Braille.
A Montero le dijeron de todo
Al comienzo de la sesión, Jorge Montero (FV) pidió la palabra para referirse a la
desaparición de Santiago Maldonado. Luego que realizó parte de su exposición fue interrumpido por una señora (que según informaron va cada tanto a las sesiones) que desde la barra le gritaba: "mentiroso" y varios improperios (esos que se refieren a la madre, y que uno no quisiera escuchar nunca), sin hacer caso a Marcelo Rivas Miera, que intentaba calmarla. Lo hizo en varias oportunidades (en la foto, de blanco) hasta que el presidente le advirtió que si continuaba la haría sacar por la policía... Ahí se calmó. Feo momento para el concejal y para todos.
Marta Santos