por Lisandro Martínez*
En Esquel, un fiscal admitió haber estado presente en una sesión de torturas sobre los mapuches y no haber intervenido para detenerla (noticiasesquel.com.ar/14/6/17).El conflicto del Lof Resistencia Cushamen con la empresa Benetton no se inició precisamente ahora, viene incubándose desde la década del ‘90 cuando Menem y el Congreso decidieron rematar el país. Para 1998 los servicios de inteligencia habían aprobado la venta de 8 millones de hectáreas patagónicas para que extranjeros, privados y S.A. se instalaran en las fronteras. Aprobar mensuras, conseguir permisos municipales y lograr autorización de la Gendarmería cerca de la frontera requiere de una fuerte suma de dinero que barra las leyes. En 2006 fuentes del Ejército argentino señalaban que el 10% del territorio nacional -270.000 km2- estaba vendido al extranjero y que 32 millones de hectáreas de las mejores tierras cultivables del país estaban en venta o en proceso de ser vendidas a inversores foráneos (“La Patagonia vendida” Los nuevos dueños de la tierra. Gonzalo Sánchez, Marea Editorial 2006).
La revista Perfil (8/1/17), aseguró que a medida que se suman datos del conflicto entre los Mapuches y Benetton, la acción de Facundo Jones Huala y su grupo se encamina a una política de desembozado uso de la violencia. La revista agrega “carne podrida” (transcendidos sin autores) donde diputados chilenos, periodistas y productores argentinos
(todos sin identificar), dicen que las FARC colombianas financian al grupo de Facundo Jones Huala. Luego menciona una zona liberada para traficar armas desde Argentina a Chile y asegura que Facundo Jones Huala es el nexo. El texto tiene el olor nauseabundo de las cloacas de los servicios de inteligencia “nacionales”.
El 6/8/17 Lanata en PPT aseguró “Hay una guerrilla indígena en el sur” pero sobre la responsabilidad de gendarmería en la desaparición de Santiago sólo dijo “gendarmería no lo tiene”. Luego relató que un grupo de mapuches armados atacó la Casa de Chubut. Pero en las fotos que él mismo mostró nadie está armado.
Para finalizar su show, Lanata entró en trance -como los personajes de la inmortal obra de Arthur Miller “Las brujas de Salem”- y manoteando regurgitó “un grupo armado que opera a metros del obelisco cambia la realidad de un país, si alguno decide sacar los fierros se pudre todo”. Lanata sin ninguna evidencia vende una novela pésimamente escrita por los servicios que seguramente están tratando de infiltrar a los mapuches para llevarlos a una emboscada como la de La Tablada de Alfonsín y su “opérateur” Coti Nosiglia, ahora trabajando para Macri enfrentado con los mapuches.
En cambio otro político patronal Felipe Solá puso en duda la ideología del grupo agresor a la Casa de Chubut y en el programa de Graña, “3ra posición”, se preguntó ¿a quién respondía el grupo que destrozó la Casa de Chubut? y enfatizó “que al pintar el nombre del desaparecido, escribieron “Sebastián” en lugar de Santiago. Siempre los miembros de los “servicios” de las naciones sometidas son ineficientes incluso a la hora de hacer los mandados, si no llevan la lista con todo lo que deben hacer fracasan y esta equivocación de nombres fue reveladora.
La represión asesina (ver foto) volcada por Macri contra los pueblos que reclaman las tierras, (universalmente aceptado les pertenecen por ser parte de pueblos originarios preexistentes a los Estados modernos), no tiene sustento legal.
Bullrich, incapaz de cuidar a Santiago, con el peor de los chauvinismos declaró: “a los mapuches los financian grupos ingleses para contribuir al pleno desarrollo de los pueblos indígenas y que conquisten el derecho a la autodeterminación”. Bullrich es parte del gobierno que entrega el patrimonio nacional a los organismos financieros internacionales y ataca a los trabajadores.
En la Constitución Nacional art. 75 inc. 17 consta la preexistencia étnica y cultural, que reconoce la personería jurídica de las comunidades indígenas, la posesión y la propiedad comunitaria originaria y garantiza que ninguna de ellas será enajenable.
En el Convenio internacional firmado por el Estado argentino N° 169 de la OIT se reconoce el derecho de propiedad de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocuparon los pueblos originarios. La Constitución provincial art.42 vuelve sobre el derecho a la propiedad de los mapuches y en la Ley Integral del Indígena N° 2287 de la provincia también se señalan los derechos vinculados a la tradicional posesión.
Los pueblos originarios recusaron al Estado por sancionar en 1972 la ley forestal 757 con la que se talaron millones de árboles nativos: clihue, lenga, radal, maiten, cipres, ñires y otros. Producto del arboricidio surgieron disturbios antrópicos por la reforestación de cientos de hectáreas con pinos para abastecer a la industria, provocando dificultades enormes a la biodiversidad al instalar una especie como el pino que desertifica el suelo y desvía las napas de agua.
Los pueblos originarios instalados en Argentina y Chile jamás han sido consultados como indica la Unión Mundial de la naturaleza (UICN), que sostiene a través de “Áreas Naturales Protegidas” que para la declaración de esas Áreas se debe indefectiblemente consultar previamente a las comunidades indígenas.
Violando leyes en vigencia, entre 1996 y 1997 Joe Lewis compró un predio de 12 mil hectáreas cerca de El Bolsón, en Río Negro y el lago Escondido pasó a ser su propiedad privada. Benetton es propietario de 1.000.000 de hectáreas; Ted Tarner fundador de CNN, Ward Lay dueño de Pepsico y otros gringos, se expropiaron el territorio mapuche.
En la disputa por las tierras, los ilegales no son los mapuches sino quienes ocupan la Casa Rosada y los organismos de poder que pisotean las leyes en vigencia.
Aparición con vida de Santiago Maldonado.
Libertad de todos los detenidos.
Basta de represión a los mapuches y todos los pueblos originarios.
Juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de la desaparición de Santiago.
Fuera Patricia Bullrich, cómplice de los desaparecedores de Maldonado.
Aplicación de leyes nacionales y tratados internacionales para la devolución de las tierras a sus legítimos dueños: los pueblos originarios.
Abajo el chauvinismo. Por la unidad internacional de los explotados.
(*) Candidato a Senador provincial por la 4ª Sección