por Omar Dalponte
omardalponte@gmail.comRespecto a las elecciones primarias realizadas el 13 de agosto pasado, para poder cumplir cabalmente con la tarea de informar es necesario aguardar que finalice el escrutinio definitivo, especialmente en la provincia de Buenos Aires. Por ahora nos limitamos solamente a consideraciones generales basadas en los hechos concretos que tenemos a mano. Comencemos diciendo que el Frente Cambiemos realizó una excelente elección a nivel nacional sacando más de 12 puntos de ventaja al segundo y que obtuvo un muy buen resultado en la competencia bonaerense donde aún está por saberse quien fue ganador. Todo parece indicar que Cristina Fernández se alzó con el premio mayor pero esto quedará aclarado en un par de semanas. Digamos también que el Frente Unidad Ciudadana, si aceptamos como valioso lo conseguido, estuvo muy lejos de lograr el triunfo categórico que muchos esperaban. Por su parte el Frente 1País arañó la mitad del tercio que no pocos anunciaban como seguro. El "randazzismo", en el mismo papel que Sabatella desempeñó en el año 2009, fue una aventura que fracasó rotundamente. Sirvió para restar votos a Unidad Ciudadana. Su poder de fuego fue útil, únicamente y nada menos, que para debilitar las posibilidades de Cristina Fernández. Alguna expresión de izquierda, a pesar de seguir siendo todavía una minoría que electoralmente significa casi nada, creció un poco y quedó habilitada para seguir participando.
Si pasamos de los sellos políticos a las personas con nombre y apellido, a nadie escapa que
la figura de la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal tuvo en la campaña electoral la relevancia pronosticada desde hace bastante tiempo por los observadores de la política. Necesitada por el macrismo y puesta sobre el tapete como carta brava, Vidal cumplió acabadamente su rol con actuaciones a veces sobrias y otras no exentas de histrionismo. Alguna de ellas, convertida en tira publicitaria (Spot como se dice en gringo) le permitió –exitosamente- exhibirse en las redes sociales como una maestra jardinera enojada. El periodismo adicto se encargó de presentarla en sociedad barnizada de guerrera con rostro angelical. Si logra imponer a sus candidatos en octubre será, indudablemente, la cabeza de escudería para intentar repetir los gobiernos bonaerense y nacional de Cambiemos e ir por acciones mayores. Pocas veces, con tan poco tiempo en las primeras líneas, alguien logró en nuestra política alcanzar y mantener su imagen en tales alturas. Por su parte Cristina, inaugurando una nueva modalidad de comunicación con sus devotos, levantó polvareda en cada una de sus aisladas apariciones afianzando el apoyo de los convencidos. Muy distante por cierto de aquel glorioso 56% de 2011, su protagonismo, a pesar del reciente y anémico caudal de votos favorable, cayó como lluvia ácida a quienes la querían ver tejiendo al crochet en El Calafate y le hace tragar acíbar a los que deseaban para ella sombra de cárcel. Tal vez el camino elegido le dificulte en el futuro llegar a conducir a la totalidad del peronismo que, cuando llegue el momento de su renacimiento, si ello ocurre como deseamos, deberá haber hallado –suponemos- un nuevo liderazgo capaz de aglutinar a tanta diversidad desparramada.
A Sergio Massa unir el agua con el aceite parece que no le salió tan bien como esperaba. Juntar a peronistas de altri tempi con la furiosa antiperonista Margarita Stolbizer no sirvió para alumbrar una nueva criatura política que impidiera la polarización Cristina-Macri. No obstante haberles ofrecido propuestas interesantes, quienes habitualmente transitan la “ancha avenida del medio”, en esta oportunidad, optaron por abordar los colectivos que circulan en calles laterales. Veremos donde prefieren acampar en octubre. Los bonaerenses que pudieron enamorarse de Massa no sienten las mismas pasiones respecto a Stolbizer, a quien algunos conspicuos conmilitones que vienen desde los inicios del Frente Renovador, califican de “salvavidas de plomo” por el rechazo que expresan hacia ella ciertos sectores de base afines al peronismo del conurbano. ¿Perdurará el matrimonio político del tigrense con la ex radical? El resultado del próximo turno electoral influirá sobre la decisión de sostener esa unión o decidir el divorcio. Margarita entrará en la Cámara de Diputados. Sergio concluye su mandato como diputado nacional en diciembre próximo y nunca es igual estar o no estar en determinadas vidrieras. El Parlamento es una de esas vidrieras y en la Cámara Alta resonará la voz de una Cristina que no se mostrará precisamente como la tía buena que surgió del estadio de Arsenal.
En el ámbito local, siempre que los resultados no sean otros al concluir la cuenta definitiva, Unidad Ciudadana perdió frente a Cambiemos en el rubro concejales. Es esta la segunda oportunidad consecutiva que es vencido el kirchnerismo en Lanús. Entre otros tragos amargos queda dolorosamente registrada la derrota de Edagrdo Depetri como debutante en nuestro distrito. Como beneficio de inventario en el haber de UC queda su victoria en otras categorías de la Tercera Sección Electoral. Menudo trabajo espera a los senadores y diputados provinciales del peronismo si Cambiemos logra aumentar el número de sus representantes en la legislatura. En este caso la gobernadora Vidal iría, entre otras cosas, por dos objetivos muy importantes dentro de las pretensiones del macrismo: la reforma educativa en la provincia de Buenos Aires y la división del partido de La Matanza en dos o tres fracciones. Esto último un lanzazo directo al corazón del peronismo bonaerense. El tiempo será testigo.
(*) De Iniciativa Socialista