por Omar Dalponte*
omardalponte@gmail.comLa actualidad de Lanús registra media docena de apellidos de tres fuerzas políticas diferentes que hoy, en la cartelera local figuran como los más destacados: Darío Díaz Pérez: senador provincial, Néstor Grindetti: actual intendente de Lanús, Nicolás Russo: concejal y presidente del Club Lanús, José Luis Pallares: legislador, como Darío. Noelia Quindimil y Edgardo Depetri: candidatos a concejales que seguramente serán elegidos en el mes de octubre.
Ellos, con todo derecho, trabajan –creemos- para la consolidación de su fuerza política y por su triunfo en las próximas elecciones. Algunos – suponemos- lo estarán haciendo con mayor tranquilidad que otros. Cada uno –conjeturamos- vivirá con mayor o menor tensión la realidad de sus respectivas parcialidades y disfrutará o sufrirá su “adentro” según sean los movimientos orogénicos internos. Cada organización –Unidad Ciudadana, Cambiemos y 1País- de acuerdo a la manera de proceder de nuestras expresiones políticas, naturalmente, procura llevar agua para sus molinos. Es decir: en esto de la competencia electoral unos y otros tiran para su lado tratando de seducir a los votantes para que los acompañen con su voto. Son, como se suele decir, “las reglas del juego”.
Pero en el “afuera”, en Lanús, hay 500.000 almas esperando que alguna vez haya menos
enfrentamientos, más acuerdos y mayor capacidad de pensar y obrar con buen juicio para hacer, de la nuestra, una ciudad con trabajo, buena educación, viviendas adecuadas, correcta atención a la salud, y seguridad para todos en todos los sentidos.
En las elecciones generales habrá ganadores y perdedores. Aquello de que ”el que gana gobierna y el que pierde acompaña”, aquí y en todas partes, es una mentira más grande que todo el universo. Cuando obtienen el premio mayor, los triunfadores proceden a su antojo como si fuesen los dueños del planeta, y los perdedores se dedican a lamer sus heridas mientras juntan bronca, ansias de desquite y ocupan su tiempo echando culpas hacia todos los costados. Los derrotados nunca admiten que les faltó capacidad para convencer a los votantes por carencia de aptitudes personales, abundancia de soberbia y mediocridad política.
En nuestra ciudad, por haber dado sus primeros pasos como municipio autónomo al calor del peronismo, y tiempo después por la influencia del emblemático don Manuel Quindimil y su impronta peronista, salvo en los grupos fieles a las ideas del radicalismo tradicional y las fracciones de izquierda que conservaron sus identidades, en la actualidad, en las tres expresiones políticas que disputan sus representaciones en el legislativo, en mayor y menor número hay peronismo dentro de ellas. Algunos ejemplos: Díaz Pérez, de Unidad Ciudadana, continúa siendo un referente muy importante del peronismo local y cuando ocurrió la catástrofe electoral del 2015 fue ganador en la Tercera Sección Electoral. Contiene a buena parte de la militancia y posee un poder de convocatoria nada despreciable. Néstor Grindetti, del Frente Cambiemos, tiene en su equipo gobernante a dirigentes de extracción peronista que ahora, como en el caso de Noelia Quindimil, cabeza de lista de candidatos a concejales, juegan roles de importancia en la administración de la comuna y en ciertas construcciones políticas. No son pocos los que piensan que si la lista liderada por Noelia triunfa con amplitud, ella podría constituirse en una referencia con capacidad de aglutinar y conducir a gran parte del activo peronista disperso.
José Luis Pallares, de 1País, es un dirigente de raíz peronista que sigue acompañado por importantes sectores del justicialismo local. En caso de que el “massismo, realice un buen papel en las elecciones quedaría bien posicionado para la candidatura a intendente de Lanús en 2019. Nicolás Russo un hombre sumado a la política no hace mucho tiempo, es reconocido por su exitosa gestión al frente del Club Atlético Lanús que, como se sabe, es la institución insignia de nuestra ciudad por nombre, tradición y conocimiento a nivel nacional e internacional. Russo no ha sido militante del peronismo pero -que este cronista sepa- tampoco se le conocen actitudes antiperonistas. Tal vez el sueño de sus padres, queridos viejos italianos, haya sido verlo intendente de Lanús. Seguramente, para el actual concejal “massista”, esa sea su asignatura pendiente. Edgardo Depetri es un dirigente sindical y político de fuerte adhesión al kirchnerismo. Nunca estuvo demasiado cerca del Partido Justicialista. Su vocación por la transversalidad demuestra que siempre trató de alejar la cabeza de las pilas bautismales del “pejotismo”, y en esto estaría en sintonía con Cristina Fernández. Pero su cercanía al Movimiento Peronista no es para dudar. Ahora bien: si estos seis destacados protagonistas de la política local, pasadas las elecciones, en un acto de grandeza, original, inédito, corajudo y de gran valor republicano produjeran un hecho capaz de constituirse en el gran ejemplo que se espera produzca, alguna vez, nuestra "clase" política como ser un Acuerdo Lanusense por el progreso de la ciudad y el bienestar de nuestro pueblo, elaborando un plan conjunto para sacar adelante definitivamente a Lanús de su atraso, ¿no sería lo que merece gran parte de esas 500.000 almas que vive sin trabajo, sin techo, sin cuidado de su salud, sin educación adecuada y en medio de una inseguridad que cobra vidas todos los días?. Se la dejamos picando.
(*) De Iniciativa Socialista