Con dictamen de comisión en una sesión anterior, ese proyecto fue girado al ejecutivo para lograr un informe sobre los puntos que se plantean: informe que deberá llegar antes de la próxima sesión.
Mientras tanto los bloques del Frente Renovador y el Frente para la Victoria, intentaron lograr el tratamiento y aprobación sobre tablas de otro proyecto, muy similar al presentado en abril y que aún tiene estado parlamentario. Por ese estado -según la información recibida- se presagiaba que el nuevo proyecto no obtendría aprobación para su tratamiento.
Al inicio de la sesión se vio la barra colmada por integrantes de las pymes y comercios, quienes estuvieron allí para ejercer, con su presencia, algún tipo de presión sobre los legisladores, a fin de lograr el tratamiento y la aprobación de esta última ordenanza.
El proyecto establece, en su artículo 2º que “el ejecutivo deberá confeccionar un registro de empresas en situación de emergencia, como así también de los establecimientos que hayan cerrado sus puertas a partir de los últimos seis meses de 2016 en adelante y que posean aún
su capacidad instalada”.
El proyecto dispone una moratoria para deudas municipales de hasta 60 cuotas, garantizar el “compre local” para las contrataciones municipales priorizando a las pymes radicadas en el distrito, que el municipio acompañe en la presentación de herramientas legales ante las empresas por el aumento de la energía y la reducción de las alícuotas municipales para empresas en situación de crisis y/o extensión de los plazos de pago, condonación de multas y del 50% del interés cobrado habitualmente por el municipio.
Como no logró la aprobación de su inclusión y tratamiento pues no reunió los votos afirmativos de 16 ediles, el proyecto fue a comisión. Los representantes de las pymes se retiraron entre airados comentarios.
¿Para reir o para llorar?
Lo de los hoy por hoy randazzistas, Omar López y Daniel Piccolo, tiene pocos antecedentes. Antes de la sesión ambos ediles se mostraban de acuerdo con declarar la emergencia productiva, pero a la hora de levantar la mano no lo hicieron.