Los pasajeros del colectivo de la 278 que se incrustó en una vivienda en Aguapey y Corvalán esta mañana, sostienen que el chofer venía mandando mensajes de texto con el celular antes de chochar contra el auto que lo hizo desviar contra la casa.
También hay acuerdo entre los testigos de que el colectivo venía a alta velocidad antes de producir el desastre que no se cobró víctimas por milagro.
Hace instantes el dueño de casa decía que prestamente se hizo presente personal de Defensa Civil, pero que de la empresa de micros Covemasa, nadie se había comunicado con ellos para hacerse cargo de la reparación de la vivienda, donde existe peligro de derrumbe.
Una beba y sus padres estaban durmiendo cuando se produjo el siniestro y aunque la madre y la hija fueron trasladadas al hospital, allí fueron dadas de alta.