por Lisandro Martinez*
Como lo adelantáramos en La Defensa, la oposición en el Concejo Deliberante atada a los pactos espurios locales y nacionales no iba a ser capaz de levantar la voz frente a la presencia del intendente, que cuatro días antes a través de su secretario de seguridad había asaltado un comedor en plena cena donde niños de Villa Caraza reciben un plato de comida diaria.La coalición a la carta encabezada por el FV, el PJ y los gobernadores, que gobierna el país vota leyes y ordenanzas del Pro que contienen los peores atropellos contra la nación y los municipios garantizó en la apertura de las sesiones ordinarias no molestar a Grindetti y que este continúe arrasando con las libertades públicas.
Hay que recordar que Grindetti, fue el artífice de la ocupación del edificio municipal en 2008 proveyendo de micros de la municipalidad de CABA, a la gente de “El Monito” que se movilizó en esos vehículos hasta el palacio municipal. En esa oportunidad el hecho fue denunciado por Mariano Amore, secretario de Seguridad, como un intento de golpe de Estado. Esta caracterización de los principales personajes que ocupan el escenario político, ilumina el tipo de democracia en la que vivimos, por un lado los dispuestos a torcer la historia a gusto y
paciere y por el otro, quienes ofician de partener desde la “oposición”.
El 3/4/17 el intendente de Lanús, Nestor Grindetti, luego de su “Cruzada contra mujeres e infantes”, se encontró con que los bloques opositores dentro del Concejo Deliberante, no le plantearon ningún tipo de reclamo por el vandalismo protagonizado por su tropa de elite en Caraza.
La revista La Tecla tituló: “El FpV de Lanús quiso escrachar a Grindetti pero no pudo” y señaló que “antes del discurso, un grupo de militantes del Frente para la Victoria intentó llevar a cabo un escrache contra el alcalde, que quedó a medio camino entre el agravio y la poca cantidad de concurrencia. Sólo unos pocos se acercaron y no lograron el efecto que buscaban”. En realidad la publicación de los barones del conurbano pretendió darle aire a la fiesta lanusense del Pro y la oposición y adrede no registró la presencia de las organizaciones sociales que repudiaron todo el tiempo la acción represiva del intendente.
En el discurso Grindetti, dio todos los elementos para que la oposición reaccionara cuando provocativamente, repasó los avances en seguridad, pero con esto el intendente puso al descubierto que si los habitantes de Lanús pretenden tener un tribuno que reclame denuncie y proponga las reivindicaciones populares, dentro de las actuales bancadas no lo va a encontrar.
En el colmo del cinismo Grindetti agradeció a todos los ediles por la conducta democrática a la hora de discutir proyectos y a renglón seguido invitó a sus colaboradores de la oposición “a que sigamos trabajando codo a codo más allá de las diferencias partidarias”.
(*) Del Partido Obrero