Es tanta la desprolijidad en la rendición de cuentas de la financiación de las obras de 2016 en ese rubro, que se hace imposible para Villa elevarla al gobierno federal para recibir los fondos de este año, según las fuentes. Y ese período, el 2016, la administración de los cooperativistas estuvo enteramente en manos de Ganduglia.
Ahora el área pasó a manos de Villa, un kravetzista capitalino, que se encontró con “terreno minado”: No hay papeles confiables que respalden los gastos, le dejaron el sector sin profesionales y no tienen firmas las certificaciones de la mayoría de las obras.
Para colmo, en los últimos días, el jefe de Gabinete, Adrián Urreli le ordenó a Villa que eche a Miguel Silveira, quien se había constituido en mano derecha del director de Cooperativas.