El cabecilla de la banda, Alberto Caminos, es un comerciante lanusense de 60 años que operaba como cerebro, falsificador y financista, y su principal cómplices es Luis Keller. Ambos habían sido detenidos en 2008 por el mismo delito, como lo informó en su momento La Defensa. Los demás apresados trabajaban como “pasadores”.
Fabricaban billetes de 500, 200, 100 y 50. Además, se secuestraron 3 armas de fuego de distintos calibres, balas, un CPU y un scanner, dos impresoras de última generación, una laminadora y elementos utilizados para la fabricación, impresión y el corte de billetes.
Caminos era el cerebro de la operación: falsificaba el dinero y administraba las ganancias ilícitas obtenidas, mientras que el otro hombre hacía las veces de distribuidor de los billetes.
Durante una conferencia de prensa la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el jefe de policía, Nestor Roncaglia explicaron que cuando ubicaron el domicilio de Keller, advirtieron los pesquisas que que concurría mucha gente que entraba y salía rápidamente, entre ellos un taxista porteño que se fue con un paquete. Lo siguieron y determinaron que el taxista Julio Omar Amud, con sus hijos Maximiliano Omar y César Daniel, eran los “pasadores” de la plata falsa.
