La foto registra a personal sanitario luego de una operación, tirados en el piso agobiados de calor porque en el policlínico Evita no funcionan los aparatos de aire acondicionado de los quirófanos.
La imagen le da sentido a los gritos de una mujer que días pasados, cuando la gobernadora María Vidal fue a recorrer la remodelada sala Natiello, le pedía que fuera a ver al Hospital Evita, “¡que se cae a pedazos!”, pedía la mujer tras la valla que impedía su contacto con la mandataria y con Nestor Grindetti.