En el Hospital Narciso López no hay quirófanos: "Sólo uno, el que se reserva para el código rojo, o sea, para emergencias, puede ser utilizado. Hay otros dos que no pueden funcionar por falta o deterioro de aparatos indispensables para las cirugías y el restante está destruido", cuenta Marisa Avila, que debía ser operada ayer y cuando fue a internarse se enteró que debía volver a su casa "hasta ser reprogramada",
Hoy había como veinte pacientes citados que debían ser "reprogramados", cuenta Marisa, y que estaban esperando que se les informe cuándo podrían ser intervenidos. Algunos, como ella, que necesitan la cirugía en forma urgente porque su mal puede avanzar. Toda demora es un peligro potencial.
Marisa Avila, que encabezó la movida: "Por drogas oncológicas ya", fue quien denunció la
falta de entrega de medicamentos oncológicos para muchos pacientes en la provincia durante el gobierno de Daniel Scioli. Ella movilizó a los concejales de Lanús, luego de varios años de intentos frustrados, para que la acompañaran a La Plata a hablar con el ministro de Salud para lograr que las drogas llegasen a los pacientes. Puso su palabra y su acción para pelear por un sector desprotegido de la sociedad, porque los remedios oncológicos son muy costosos y el Estado no terminaba de hacerse cargo Fue en esa circunstancia que ella tomó contacto con Hernán Colombo Russell, el abogado que se puso al servicio de la causa sin cobrar honorarios, realizando gestiones y amparos ante el gobierno provincial. El que no fue reconocido para defensor del pueblo, a pesar de sus muchos méritos y capacidad.
"La lucha es cruel y es mucha", según la frase de un tango de Enrique Santos Discépolo que ya se transformó en dicho popular. Y la que ellos emprendieron juntos mejoró el resultado -aunque aún no lo solucionó en forma definitiva- en la recepción de medicamentos de los pacientes, con la actual administración y hasta ahora.
Sin embargo, los hospitales son otra historia. Abandonados por el Estado desde hace tiempo, sin elementos indispensables para el trabajo, con menos suministros de los que necesitan, con personal atacado por vándalos en las guardias, sin la seguridad necesaria, con cortes de luz, con quirófanos que no funcionan, son la muestra ostentosa de la miserabilidad de funcionarios para los cuales la vida nada vale. La salud es cara pero la vida no tiene precio. Desde el gobierno de María Eugenia Vidal tendrán que replantearse los presupuestos y utilización de esos recursos para los hospitales.
El hospital Narciso López, cuyo mejoramiento es reclamado por Marisa desde hace más de tres años -ignoro si lo hace también su director- es donde de realizan las intervenciones quirúrgicas de los enfermos de cáncer que se atienden en el Instituto Oncológico y necesita sus cuatro quirófanos trabajando.
Hoy había veinte pacientes esperando por la fecha de sus operaciones ya programadas, que aún no saben cuándo serán intervenidos...Y son veinte vidas... ¿Se entendió ?
Marta Santos