Eran exactamente las 15:18 de ayer, recién había concluido una competencia y uno de los ciclistas abandonó la pista, cruzó la senda de los caminantes, y se puso a mear tranquilamente contra un árbol, a la vista de todo el mundo, de hombres y mujeres, chicos y viejos (foto). Al patán no le cortó el chorro el reclamo de los paseantes y ni que le recordaran que estaba comportándose como un guarro a 300 metros de los baños. Terminó y se fue como si nada, limpiándose las manos en la ropa. “Desgraciadamente esta es una costumbre de los que corren las carreras los sábados. Así estén al lado de los baños, los tipos hacen pis en cualquier lado”, comentaba un habitué a las caminatas del parque.
Hace poco el municipio legalizó las competencias de Cycles Club, entidad que debería pagar una multa o ser clausurado por la inconducta de alguno de los competidores.
¡Ah! Y en el parque mientras tanto, cero vigilancia: ni federal, ni municipal, ni del barrio. Nada.