domingo, 29 de enero de 2017

¿De dónde venimos los lanusenses?

por Omar Dalponte

omardalponte@gmail.com
  
Décima quinta nota 

Hermanados con los italianos en el deporte, en el arte y en los sueños… 
(Viene de la nota anterior)

Cinematográficamente, en la rica pantalla italiana de posguerra, brillaron y nos encantaron Ana Magnani, Aldo Fabrizi, Totó, Ugo Tognazzi, Victorio Gassman, Marcelo Mastroianni, la inigualable Gina Lollobrígida y muchos otros que sentimos tan cerca como a los locales. Algunas de estas estrellas nos visitaron causando gran repercusión y recibiendo grandes demostraciones de afecto de parte de nuestro público. Mientras tanto, aquí se destacaban actrices y actores de origen italiano,  nacionalizados argentinos, de la talla de Diana Maggi, Emma Gramática, Pierina Dealessi y, un poco más tarde, Darío Vittori y Rodolfo Ranni 
Sueños convertidos en realidades
No pocos inmigrantes soñaron con un buen futuro para sus descendientes y esos sueños se hicieron realidades con la formación de científicos notables como, por ejemplo, fueron los hermanos Enrique y Ricardo Finochietto, destacados médicos reconocidos
internacionalmente, hijos de inmigrantes genoveses. El eminente cirujano René Favaloro, de padres italianos, fue una alta personalidad pública que durante su existencia fue tomado como un hombre de consulta siendo valoradas sus opiniones sobre temas que excedían la ciencia médica.
Nuestras vidas, herederas de vidas anteriores, están colmadas de voces, gestos, melodías y tonalidades que mezcladas amorosamente a lo largo de más de una centuria, llegaron transportadas por aves mágicas que anidaron en nuestras almas suramericanas. Atesoramos infinitas vivencias por haber sido testigos presenciales de la perseverancia y el esfuerzo de nuestros abuelos y padres, de nuestros vecinos y amigos venidos de allá y afincados aquí para crecer y multiplicarse sembrando soles para los amaneceres de la patria compartida.
Mucho esfuerzo de nuestros italianos quedó plasmado en obras de todo tipo y dimensión. En cada barrio de Lanús, en unos tal vez más que en otros, pero en general a lo largo y ancho de la ciudad, existen casas, árboles, imágenes, nombres de calles y esas cosas que, difíciles de explicar, se perciben, se aspiran y se sienten a flor de piel aunque sean invisibles. Ya no es como en tiempos pasados. Todos somos casi lo mismo. Las grandes ciudades, con su ritmo y sus ruidos son como un remolino dentro del cual se mezclan identidades. Los ires y venires de la vida citadina nos acercó, nos unió y de esa argamasa humana la síntesis –como dijimos- somos los argentinos. Aquí estamos las familias, herederas de cultura italiana que a través de los años abonamos, con aciertos y errores, elementos para cultura de todos que, en definitiva, es el bien común que transferiremos a las generaciones venideras.
También son dignas de destacar las obras de los italianos inmigrantes en lugares cercanos a Lanús, tan caros a nuestros sentimientos. En el barrio de La Boca, junto a vecinos de la zona, crearon el teatro “José Verdi” cuyos orígenes se remontan al año 1877 y que, además de ser un sitio de intensa y exquisita actividad artística ha sido sede de notables acontecimientos como ser la proclamación de la candidatura del Dr. Alfredo Palacios, en 1903, quien luego sería elegido como primer diputado socialista de América.
Allí mismo, en 1931, debido al crecimiento del Club boca Juniors en el fútbol amateur, se realizó una asamblea donde se tomó la decisión de construir un nuevo estadio que fue inaugurado el 25 de mayo de 1940, más tarde conocido como la “Bombonera”. Asimismo en esa prestigiosa sala se filmaron varias películas, entre ellas “Un Guapo del 900”, con la actuación de los grandes artistas Alfredo Alcón, Arturo García Buhr y Lidia Lamaison. Igualmente, en ese templo del arte se escuchó cantar a Enrico Caruso y Benniamino Gigli, dos voces extraordinarias.
En la vecina Avellaneda, en tan solo once meses, por iniciativa de la colectividad italiana se construyó el Teatro Roma, conocido como el “Colón del Sur” abriendo sus puertas el 1 de octubre de 1904. Allí, en esa magnífica sala en cuya cúpula se destacan imágenes de Dante Alighieri y Luiggi Pirandello, frescos realizados por el pintor Antonio Epafani, también actuaron el tenor Tito Schipa y se presentaron obras teatrales de reconocidos autores nacionales y de otros países. Incluso, el maestro Pedro B. Palacios, más conocido como “Almafuerte”, leyó en público alguno de sus famosos poemas.
Así es de importante el aporte de nuestros queridos “tanos”. Queda mucha tela para cortar en este pretender saber de dónde venimos los lanusenses. Es hora de dar paso al comentario sobre otras colectividades que también contribuyeron enormemente a que seamos como somos.