Según la declaración de Tornero, Baladrón “solía ir a hablar con el Contador General de la Municipalidad de Lanús, licenciado Paredes, a fin de que se liquiden las partidas aunque sea en forma parcial. Que ante ello, en virtud de la fluída relación, un día Baladrón le solicitó que le presentara a Paredes, porque el contador de Bomberos, licenciado Lardo, había perdido algunas boletas, motivo por el cual la Comisión Directiva no podía justificar el balance para así poder rendir cuentas y lograr el depósito del subsidio municipal. Que Baladrón le explicó lo sucedido a Paredes y Paredes le prestó el expediente municipal de bomberos a fin que extraiga copia de la boleta
que habían perdido. Que en ocasión de revisar el expediente también vio la boleta de una empresa de autobombas (Adrinex) cuyo propietario es un ex integrante del cuerpo de bomberos (señor Fraga). Que Baladrón pidió autorización para retirar la boleta lo cual fue aceptado porque igualmente el municipio tenía copia en todo el expediente de las rendiciones de cuentas. Que mientras regresaban al cuartel, Baladrón le dijo al dicente -Tornero- que la boleta de Adrinex le servía para presentarla al Ministerio del Interior, que luego entendió que ello era a fin de tramitar un segundo subsidio por la compra de la autobomba (el móvil 20 de la Sociedad de bomberos Voluntarios de Lanús, llamado Emergencia One)”.
Se entiende que la gravedad de la acción del “contador Paredes” consistió en entregarle a Baladrón la factura original y no una copia, porque esa factura original habría ido a parar al Ministerio del Interior para cobrar mediante subsidio, dos veces la misma compra del autobomba Emergencia One.