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lunes, 3 de octubre de 2016

Las unidades sanitarias asediadas por el malón

  A las 10:00 del miércoles pasado, llega a la unidad sanitaria San Martín en Monte Chingolo, un joven, Joel Garrido, que presentaba un golpe y una herida cortante superficial en su cráneo, y dificultades para caminar por dolores en su cadera derecha. Las lesiones se habían producido unas seis horas antes. En la guardia le efectúan las curaciones y le aconsejan una evaluación más profunda en el hospital. 
  Una mujer que acompañaba al joven y dijo ser su prima, pidió la ambulancia, y cuando le dijeron que el móvil estaba atendiendo un “código rojo” y que iba a demorar unos veinte minutos, se fue la pareja no sin antes insultar y amenazar a los gritos a los sanitaristas.
  Al rato vuelve los primos. La ambulancia había llegado y entonces se dispone todo para el traslado de Garrido, pero la mujer envuelta en furia, arremete contra los muebles de la sala, derriba mesas, destroza una puerta y mientras el paciente es llevado en la camilla la acompañante rompe una botella para empuñar su cuello amenazando con cortar a todo el mundo. Por suerte la policía logró reducirla (foto). Luego en su mochila hallaron una cuchilla con una hoja de 25 centímetros.  Detenida en la comisaría 6ª el fiscal ordenó su inmediata libertad.