Un centenar de vecinos convocados por la familia de Maximo Orellana, el albañil fallecido en dudosas circunstancias, marcharon anoche a la comisaría 5ª de Diamante al grito de: “Asesinos, hijos de puta”. “En todo momento tuvimos que soportar que los policías se nos rieran en la cara”, comentó Cecilia. Mientras que los familiares aclararon que no hubieron gendarmes en la violenta detención de Orellana, que luego culminó en su muerte, y que aún no fue aclarada por la medicina forense.
Por otra parte, el jueves durante una recorrida que por Diamante hicieron el ministro Cristian Ritondo y Néstor Grindetti, se toparon con el reclamo de familiares de Orellana y el intendente les dijo que estaba al tanto del caso, que está en manos del fiscal y les recomendó:
—Acerquense a la municipalidad a hablar con la oficina de Ayuda a las Víctimas.