viernes, 22 de julio de 2016

La política offshore: Borrón y cuenta nueva

por Lisandro Martínez*

lisandromartinez47@yahoo.com.ar

El aquelarre mediático que promete juicio y cárcel para los funcionarios públicos venales que actuaron durante los últimos 12 años, incluida CFK y su familia, es sólo una cortina de humo. 
  Sólo el denigrado mejor futbolista de todos los tiempos, “el Diego” acusado de “cerebro limado”, uso la lógica pura en su visita a la AFA y señaló: “No me vengan con borrón y cuenta nueva, quiero una auditoría y saber dónde llevaron la guita los ladrones”. Esa frase fue enterrada por los medios porque no es política de estado, ya que el control promueve cárcel a los truchos del FV y el Pro por su política de saqueo.
  A la corrupción se la cree responsable del subdesarrollo económico nacional y hasta Carrió madre putativa de Cambiemos dice que “si se termina la corrupción se solucionan todos los problemas de la economía” (Perfil 15/6/16). ¿Pero explica Carrió, la Revolución Industrial a
fines del siglo XVIII en el Reino Unido cuyo régimen exudaba pus por todos los poros (se vendían cargos públicos y los niños obreros a los 12 morían, etc.) o los avances espectaculares en EEUU donde la patronal está distinguida desde la cuna por la ilegalidad y la explotación obrera más bruta en su búsqueda de más ganancias? ¿Acaso los K, capos del saqueo, no hicieron crecer a tasas chinas el PBI durante varios años? 
  El economista Ho-Joon Chang señala que no crecen los países dependientes como Argentina porque el dinero de la corrupción en lugar de invertirse en el país se fuga al exterior. Se calcula que en paraísos fiscales hay u$s 400 mil millones depositados por capitalistas argentinos (entre ellos Mauricio, Grindetti, etc.). La genética de la corruptela dirigencial criolla se corporizó cuando se votó una ley que permite el lavado de dinero. La votación de oficialistas y opositores autoriza la llegada de un flujo millonario de dinero negro y evasor impositivo que proviene de acciones delictivas, tráfico de drogas, armas, sobornos, etcétera. 
 Lo distintivo de la dirigencia Argentina es la connivencia con la corrupción de la que saca ventajas cohabitando con ella. La ilegalidad está institucionalizada. Una cantidad de candidatos a ocupar cargos deberían tener inhibidos sus derechos a presentarse por sus prontuarios. Son los casos entre otros de Scioli y Macri en el último ballotage. O del intendente de Lanús quien por estafar trabajadores en Brasil no debería estar administrando la cosa pública.
  Sobre investigar la corrupción Pichetto (FP), siendo presidente del Senado, señaló que era abrir una caja de pandora que podía devorarse a todos -quienes lucran con la política del enriquecimiento personal- y entendió “que era ingresar a una cosmovisión como la de la Revolución Francesa con el Comité de la Salud Pública y que los jacobinos con su ética nos lleven a todos puestos”.
   La Conadep de la corrupción” es gatopardismo puro. La denominación de Conadep no es ingenua: ese engendro que juzgó a los milicos entorpeció todos los procesos, no identificó responsables políticos ni los 600 campos de exterminio, ni investigó la complicidad de los intendentes con los genocidas. La UCR puso 310 intendentes, 169 PJ, 109 Democracia Progresista, 94 MID, 78 Fuerza Federal Popular, 23 Neo Peronistas, 16 Democracia Cristiana, 4 Partido Intransigente.
  En 2007 en San Luis el candidato a gobernador del FV D. Pérsico prometió investigar a los Rodríguez Saa, porque “han hecho muchísimas obras pero de mala calidad” (www.elparlamentario 15/5/16). En 2010 J. Cobos vicepresidente -cuya campaña fue bancada por los traficantes de Efedrina- planteó la “Conadep de la corrupción” (La Nación 30/10/10). E. Sanz en 2015 en la interna de Cambiemos propuso la idea gatopardista y en 2013 C. Rucci diputada PJ presentó un proyecto de “Comisión Nacional contra la Corrupción”, desoyendo ¿o no? a Perón que decía: “Cuando pretendés que algo no funcione formá una comisión”. El desopilante Massa opinó en contra de la Conadep: “Es un error comparar a quien le roba al estado y a la gente, con el estado de la dictadura que perseguía y mataba”. ¿Qué tal? así el “renovador” repite una conclusión del libro Mani pulite: “La política se absuelve a sí misma”. Luego está Stolbizer en campaña para ser senadora delirando con “una sociedad comprometida, con dirigentes sindicales, empresarios, legisladores, todos mostrando total transparencia.” (Clarín 23/4/16). 
  En Argentina los K sumaron 2.160 causas por corrupción y Macri en la CABA tuvo 214.  Ahora cuando salga a la luz el Convenio Secreto con Chevron-YPF firmado por los K, con cláusulas contra la soberanía Nacional e inversiones a través de cuentas offshore de varios de los directores de YPF, se sabrá que la operación se hizo con dinero negro y fue orquestada por Daniel González Casartelli (Pro), de estrecha relación con M. Quintana y L. Alonso. (Clarín 15/7/16)
   El Mani pulite en Italia de 1992 involucró 1.300.000 fojas, 3.200 personas juzgadas y 2.500 condenadas y llevó a prisión a miles de funcionarios, políticos y empresarios. El primer ministro Benito Craxi para no ir en cana se fugó a Túnez donde residió hasta que falleció. El Mani pulite hizo estallar un sistema de reparto de las coimas entre todos los partidos que hoy está directamente en manos de los empresarios quienes determinan la orientación política adecuada para su enriquecimiento personal. (Mani pulite -2002- Editori Riuniti- G. Barbaceto, M. Travaglio y Peter Gómez).
  En la crisis apareció Berlusconi “un empresario exitoso” y emergió como alternativa política frente al vacío. ¿No vemos en nuestra aldea esta misma película protagonizada por otro petimetre de una catadura moral similar a Berlusconi?
   Merval Pereira, un escritor brasilero fanático del Lava-Jato, admitió en marzo de este año: “Las leyes hoy en Italia son más indulgentes con la corrupción que antes del Mani pulite”.
  Pasados 8 años del Mani pulite su fracaso era absoluto. ¡Sólo 4 sinvergüenzas continuaban en prisión y más del 40% de los procesos a parlamentarios fueron anulados por inmunidad otorgada por el Parlamento! 
  Los límites de la Mani pulite argentino están a la vista: El poder Judicial es parte de la corruptela, el código procesal es obsoleto y un proceso por corrupción insume 11 años y luego de una década la causa se eleva a juicio. 
   Para acabar con la corrupción hay que movilizar al pueblo y poner al país bajo control obrero.
(*) Del Partido Obrero