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domingo, 5 de junio de 2016

Oficialismo y oposición, expropiadores implacables del país

por Lisandro Martinez*

  El “Lava Jato” que identifica al régimen de corruptela en Brasil ha estallado y destaca que el PT y el Frente para la Victoria han sido la izquierda de un capitalismo que necesitaba funcionarios sin saco y sin corbata. “Los informales” fueron un emergente de la crisis económica y política del 2000, que aprovecharon aquel derrumbe y montaron junto a la patronal más aviesa un régimen de mafias. Hoy la “argentina” Techint es investigada en Brasil. 
 Aquel armado por la crisis mundial para la burguesía ya no camina y por lo tanto hasta aquí llegaron PT y FpV. Su bajada del gobierno no lo motivó la oposición –que en términos de corruptela está en la misma- sino porque demolieron la paciencia pública y se corría un serio riesgo de irrupción de masas en el escenario político. Así y pisando huevos se fue a experiencias derechistas que a cada paso retroceden abrumadas por la carnicería social que deben desatar para seguir expropiando al pueblo.   
  El régimen político montado por Lula y los K durante años fue de contención obrera y de
beneficios fabulosos a varios sectores patronales, entre otros: los bancos que aquí y allá “se la llevaron en pala”, mineras, agroexportadores, petroleras, y las obras públicas que en ambos casos propiciaron una fuente de retornos fabulosos a favor de los más empinados funcionarios cariocas y criollos. Una de las similitudes que surcan Argentina y Brasil es que los diputados que pretenden expulsar del poder a Dilma tienen tan frondosos prontuarios como los que pretenden encarcelar a CFK en Argentina. Según la ONG “Transparencia Brasil” cientos de diputados y senadores tienen causas abiertas por corrupción. 
  En la Legislatura de PBA los medios señalaron días atrás: “El FpV y Cambiemos protagonizan la primera sesión acordada”. Ambas fuerzas resolvieron que Cambiemos y el FR permitirían la sanción de la ley antidespidos redactada por los senadores K para que luego Macri la vetara. El pacto espurio de ambas bancadas cerró congelando las denuncias (Proyectos de Ley) que apuntaban a Julio De Vido, el mayor malversador de fondos públicos de los 12 últimos años y jefe de Báez. En este intercambio prostibulario se encubrió a los Coordinadores del Gabinete de Macri: Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, acusados por la justicia por comprar dólares a futuro. 
  El pacto a espaldas del pueblo abortó un allanamiento al domicilio de De Vido; esta porquería tuvo el apoyo “del ala más pragmática de la Casa Rosada que NO quiere que se investigue al ex superministro porque si habla comprometería a gente muy cerca de Macri, como su primo Angelo Calcaterra y su amigo Nicky Caputo, que ha regresado a la mesa chica presidencial”. (www.politicaonline.com.ar del 19/5/16)
  Lanús ¿para alegría o pena? es la caja de resonancia del capitalismo mundial en la peor versión: la de su lenta agonía. Lanzieri –director de “La Gaceta de Lanús”- no sorprendió al asegurar que con el traspaso de mando de Darío a Grindetti se produjo un acuerdo entre filibusteros. Así Darío, Montero y otros aparatos combinaron con Grindetti que si accedía a ingresar varios ñoquis no le pisarían la manguera y eso a Darío le garantizaba evitar mudarse al pabellón de Fariña, Favale y otros.
  Que Néstor Grindetti con su prontuario de cuatro décadas (Correo Argentino/ Curitiba 9 causas/Offshore/Cuenta Suiza) haya pasado toda una serie de controles, entre ellos los de la justicia penal y electoral, no puede ser atribuido a la distracción de “las instituciones fundadoras de la patria” sino a acuerdos entre “caballeros” que pretendían que Grindetti apareciera superando a Díaz Pérez y permitiera entrar en carrera al vice Ministro de Justicia Julián Álvarez. 
  Que los servicios secretos a cargo del general de “los DDHH” Milani y del “ortiva” Berni, expertos en carpetazos, no denunciaran el pesado prontuario de los Macri y sus funcionarios, quienes desde 1997 a través de Sideco Americana SA tenían el 67% de las acciones del Correo llamado “Argentino”, es una evidencia más de los acuerdos detrás de bambalinas.
   El 5/9/2002 la Auditoría General de la Nación llamó la atención indicando que “Correo Argentino S.A.” adeudaba a esa fecha el pago del canon correspondiente a ¡¡24 meses!! e incumplía con inversiones y obligaciones previsionales y sociales, redondeando una deuda de unos $207 millones. 
  El incumplimiento de obligaciones previsionales es una constante del método de despojo a los obreros por el grupo Macri –en Argentina, Brasil, etc.-, por eso abre cuentas en los paraísos fiscales para  blanquear enormes sumas provenientes de la expropiación de los aportes obreros a la jubilación. 
  El 16/12/03 el juez Eduardo Favier Dubois decretó la quiebra de Correo Argentino; la deuda del Grupo Macri era de u$s659 millones y en su gestión despidió 3.000 empleados. El directorio de Sideco Americana SA estaba integrado entre otros por Andrés Ibarra, Ángel Calcaterra, Néstor Grindetti y Jorge R. Aguado (funcionario de la dictadura), a todos ellos durante 7 meses se les prohibió salir del país. 
  Este grupo de inescrupulosos zafó porque fue ayudado por los Nac&Pop rescindiéndoles el contrato en lugar de iniciar una causa para ejecutar los bienes al grupo Macri, inhibirlos por años y resarcir por los daños millonarios a los contribuyentes. Ese acuerdo canalla entre “el hijo de las madres de Plaza de Mayo” “representante de la juventud maravillosa de los ‘70" y los vaciadores de los ‘90 puso de relieve cual era el norte que perseguiría de allí en más el gobierno de la familia Kirchner. Sólo un pacto de aquel calibre pudo rescatar de la quiebra al grupo Macri. 
  En Lanús esos acuerdos sin principios siguen a la orden del día: el Senador pejotista José L. Pallares ha votado junto al gorilaje (PRO, FAP, GEN) la ley de Emergencia Administrativa (EA), que dispone un nuevo Régimen de Contratación de Servicios en el Estado por fuera de la ley 10.430 que regula el trabajo estatal. La EA no reconoce estabilidad laboral ni continuidad y permite que las privadas reemplacen a los obreros de maestranza de las escuelas. Este ataque feroz a la clase obrera Pallares lo disfraza en “para acelerar las licitaciones” pero es la fanfarria que saluda la vuelta de los negocios truchos.
  El fracaso de las experiencias Nac&Pop, “indigenistas” y de la “izquierda moderada” facilitó en América Latina la vuelta del gorilaje.
   Para cortar con la historia contínua es necesario poner a la Argentina bajo el control obrero y de los vecinos. 
  (*) Del Partido Obrero