por Omar Dalponte*
omardalponte@gmail.comHebe Pastor de Bonafini le movió la estantería al macrismo, a los jueces cómplices, a los renacuajos de ciertos medios de comunicación y también a muchos de los nuestros. La gran Hebe inició y encabezará, junto a muchos de nosotros, la rebeldía popular y la contraofensiva democrática contra el neoliberalismo. Posiblemente la rebeldía social, en forma más directa, haya comenzado el jueves 16 de junio con su arenga en Plaza de Mayo. Hebe, una de nuestras reservas morales, con lenguaje claro, liso y llano pronunció uno de sus más maravillosos discursos que, como siempre, salió a volar por el mundo surgido de sus entrañas. Ese discurso, categórico, directo, contundente puso a cada quien en su lugar y nos compromete para enfrentar con coraje y honestidad a los verdaderos corruptos y entregadores de la Patria. Bien dice la compañera Cristina Fernández de Kirchner en su carta recientemente publicada:”El dinero que el Ing. López tenía en su poder, alguien se lo dio. Y no fui yo. Ni
ninguno de los miles de militantes que integran este espacio político. Que nadie se haga el distraído. Ni empresarios, ni jueces, ni periodistas, ni dirigentes. Cuando alguien recibe dinero en la función pública es porque otro se lo dio desde la parte privada. Esa es una de las matrices estructurales de la corrupción a lo largo y a lo ancho de nuestra historia y de la universal”. Y acertadamente agrega: “Tal vez, hechos grotescos y escandalosos como el que hoy nos ocupa, sirvan para ocultar durante un tiempo, el plan político y económico que está causando estragos en la mayoría de los sectores sociales y económicos de nuestro país”. Tal cual. Y la sabiduría popular, que sabe estar en sintonía con las causas justas, sale a la luz mediante opiniones como la del querido compañero y amigo Cubo, de Fiorito, quien nos escribe: “Un puñado de ladrones no nos puede robar los sueños”.
Es así. Sin ninguna duda, de la derrota electoral y del barullo mediático que provoca el hecho repudiable de algún delincuente, el peronismo saldrá fortalecido. Porque las realizaciones del Peronismo producidas entre 1945 y 1955 como las llevadas a cabo entre 2003 y 2015 seguirán siendo las bases y punto de partida para continuar luchando por la patria justa, libre y soberana, fin principal y razón de ser del Justicialismo. Hoy más que siempre debemos ratificar nuestras convicciones peronistas y nuestra decisión inquebrantable de proseguir la lucha por la definitiva liberación nacional y social de la Argentina. Hoy más que siempre debemos ser categóricos denunciando al régimen macrista, saqueador y cipayo, que atenta contra el bienestar y la paz de los argentinos robando a los sectores más humildes para favorecer a las clases dominantes. José López es un delincuente miserable, tan delincuente y miserable como los que depositaron grandes sumas de dinero en los paraísos fiscales. A quienes conocemos profundamente la historia argentina, de los partidos políticos y del peronismo en particular, las tropelías de estos tipos nos causan bronca y dolor pero no sorpresa. En el peronismo los hemos tenido peores. Desde quienes allá por la década de 1960 pretendían engañarnos con un peronismo sin Perón, pasando por el nefasto López Rega en los años setenta y por Menem en los noventa, hasta llegar a los funcionarios corruptos de hoy en día, vivimos más de una amargura. Pero eso no nos hace olvidar que Macri, “presidente” de una porción de los argentinos, ha sido procesado en varias oportunidades por diferentes causas y actualmente es investigado por presunto enriquecimiento ilícito. También ha circulado en los diarios de todo el mundo que este príncipe de los globos amarillos encanutó una buena millonada de dólares fuera de nuestro país, lo cual viniendo de alguien que ocupa un lugar en la Casa de Gobierno significa un acto de inmoralidad absoluta.
Claro que el ruido que producen los delitos del estafador López y los perpetrados por otros ladrones tienen efectos negativos para adentro del peronismo kirchnerista. No todos tienen el cuero duro como algunos que venimos desde lejos. Más de un cagatinta que nunca comprendió bien como se navega en las aguas bravas del peronismo, y los amigos de ocasión que nunca faltan en los grandes movimientos históricos, atemorizados por los mensajes envenenados de cierto periodismo cómplice de los monopolios, probablemente salgan corriendo como ratas para hacer ranchitos aparte. No importa. En la etapa que viene no habrá lugar para vacilantes ni traidores. Nos esperan tiempos peores. De grandes conflictos y de luchas que deberemos encarar con nuestros espíritus retemplados. El neoliberalismo maneja dinero, poder y por lo tanto controla los servicios de espionaje, dato no menor que no debe pasar desapercibido. Sabemos que la derecha, tal como lo demuestra la historia, es feroz con la utilización de determinados dispositivos frente a quienes luchan por un país más justo. Especialmente contra los movimientos nacionales y populares. El odio visceral hacia el peronismo y el deseo de venganza porque los pobres pudieron estar mejor durante unos pocos años, quedó evidenciado de manera brutal en estos apenas seis meses de gobierno macrista. ¿O no?
(*) De Iniciativa Socialista