El famoso recital de Valeria Lynch, al que apenas asistieron unas doscientas personas el fin de semana pasado, dejó el velódromo hecho un asco, como se ve en la foto. Y hoy sigue en estas condiciones el parque: lleno de basura, destrozado el pasto por los camiones de gran porte que circularon por ahí. También rompieron el alambrado que separa la pista de ciclismo . La gente que frecuenta el parque para hacer aerobismo, está de muy mal humor: “Nunca hubo tanto destrozo en este lugar, ni siquiera para el día de la primavera en que se juntan miles de chicos”, expresa Norma, una habitué.