Informe Económico Semanal del Banco Ciudad
La última semana estuvo cargada de novedades, las cuales siguen apuntando a una paulatina normalización de la situación económica. En un contexto de desaceleración de la inflación subyacente, el Banco Central continuó con su gradual reducción de las tasas de interés, algo que podría ayudar a recomponer el crédito e impulsar la actividad agregada, en un escenario en el que comienzan a observarse las primeras señales de reacción de algunas de las actividades más rezagadas, como la rama automotriz o la construcción, esta última por lareactivación de la obra pública. Paralelamente, desde la autoridad monetaria también se lanzaron medidas para intentar moderar el ingreso de capitales especulativos que presionan a la baja el tipo de cambio, procurando limitar su impacto sobre las actividades transables y disminuir potenciales fuentes de volatilidad cambiaria futura. En tanto, en el ámbito político, se aprobó y luego vetó la “Ley antidespidos”, mientras que el gobierno acordó con los gobernadores un cronograma de cinco años para la devolución del “15%” de la coparticipación, acotando el costo fiscal a corto plazo de cumplir con un reclamo histórico de las provincias.
En línea con el descenso en la inflación subyacente capturado por el IPC de la Ciudad de Buenos Aires, el Banco Central finalmente decidió impulsar un nuevo recorte en las tasas de interés de las Lebacs, llevando su tasa de 35 días al 36,75%, 0,75 puntos porcentuales por debajo de la licitación previa y 1,25 puntos inferior al pico de 38% que rigió durante buena parte de marzo y todo abril. Pero el descenso en las tasas no se limitó al tramo más corto, sino que abarcó a toda la curva de rendimientos, con una baja uniforme de 50 puntos porcentuales en el resto de los plazos.
Paralelamente, con la vista puesta en la evolución del tipo de cambio, desde el BCRA también se introdujeron modificaciones en la política de suscripción de Lebacs, las cuales restringieron su transferencia y negociación en el exterior, apuntando a limitar la entrada de capitales de corto plazo, un elemento que presiona a la baja el tipo de cambio en lo inmediato e introduce una potencial mayor volatilidad futura. Lo que se hizo, específicamente, fue introducir un nuevo tipo de Letras denominadas del “segmento interno” que pueden ser negociadas sólo localmente, las cuales coexistirán con las actuales “letras externas”, que sí pueden transarse en el exterior. En la licitación de esta semana se licitaron letras del “segmento interno” para los plazos de hasta 120 días (94% del monto total adjudicado) y “letras externas” para los plazos restantes. De esta manera, las Lebacs de menor plazo, que otorgan un rendimiento más elevado y poseen mayor liquidez, sólo podrán negociarse en el ámbito local, disminuyendo el atractivo de las letras que emite el BCRA para los inversores extranjeros.
El renovado foco en la dinámica del mercado de cambios se da en un contexto en el que el precio del dólar continúa experimentando presiones a la baja, producto no sólo de los altos rendimientos en pesos, sino también del importante ingreso de divisas del agro. La cotización del dólar siguió acercándose a los $14, con un descenso de 2% respecto al promedio de abril. Las liquidaciones de divisas del agro (que venían retrasadas por las dificultades climáticas para avanzar con la cosecha) comenzaron a repuntar, con un ingreso la semana pasada de USD 674 millones, 44% superior al promedio de las dos semanas previas.
En este marco, para evitar una apreciación más pronunciada del peso, el BCRA no sólo lanzó las “letras internas”, sino que también ha venido interviniendo con mayor intensidad en el mercado de cambios, acumulando compras por USD 1.000 millones en lo que va de mayo. Esto representa un incremento de 54% respecto a igual período de abril, dando lugar a una emisión de aproximadamente $14.000 millones. Ahora bien, lo adquirido por el BCRA durante mayo se encuentra dentro de los parámetros que oportunamente delineara el propio organismo en la presentación de su política monetaria para 2016, cuando indicó que en los últimos tres trimestres del año podría adquirir (en términos netos) entre USD 4.000 y USD 6.200 millones, siendo de esperar que una porción significativa se concentre durante la actual temporada alta de liquidaciones de divisas del campo.
Mirando para adelante, en la medida que la tasa de inflación continúe mostrando signos de desaceleración, el BCRA continuaría impulsando paulatinos recortes en las tasas de interés, algo a lo que ahora también estaría apuntando el flamante índice de precios mayoristas. En el marco del proceso de recuperación de las estadísticas públicas, esta semana el INDEC dio a conocer su medición de los precios al por mayor, que arrojó un alza del 1,5% mensual para abril, siendo este el menor registro de los últimos 4 meses, lo cual constituye un indicio más de que la inflación tiende a moderarse.
Finalmente, en lo que respecta al nivel de actividad, comienzan a verse los primeros indicadores positivos en algunos de los sectores más rezagados. Según se conoció esta semana, los patentamientos de vehículos 0Km crecieron en abril un 13,8% interanual, consolidando el repunte de marzo (14% i.a.), tendencia acompañada por una suba de las ventas de las terminales a los concesionarios del 38% en abril y 31,6% durante el primer cuatrimestre, lo cual marca el interés de contar con mayor stock de vehículos para los meses venideros. Asimismo, el empleo en la construcción experimentó un ligero repunte en abril, según informó la Cámara Argentina de la Construcción, tendencia que esperamos que se consolide con el correr de los meses, impulsada por la reactivación de la obra pública, siendo la construcción un claro indicador cíclico, que marca el pulso de la actividad agregada.