por Lisandro Martinez*
La censura es una rémora de imbéciles incapaces de debatir ideas. Que un energúmeno mencione que se va a echar a alguien de su trabajo del municipio y van a volar la antena de una radio de barrio es un clásico desborde de la triple A y de la burocracia sindical que pretenden escaparse del museo de cera del horror en el que están condenados a vivir.La pata “peronista” del intendente Grindetti ha ido demasiado lejos. Un programa de radio censurado es una vergüenza pública que vuelve a ubicar al intendente y su sequito en los métodos golpistas que frecuenta desde hace muchos años y que en Lanús llevó a barras bravas organizados en un colectivo de la CABA en 2008 a copar el municipio sin que Diaz Perez
dijera esta boca es mía.
La situación planteada humilla la inteligencia del pueblo lanusense cuando todavia ni se sabe que van a decir Masiello y sus compañeros de programa.
Defendemos el derecho a opinar e incluso a denunciar al poder político en los términos más radicales.
Finalmente el acusado con pruebas de tener una doble contabilidad en el exterior para evadir la carga impositiva y desenvolver operaciones truchas es el gobierno nacional de Macri y el de Grindetti quienes escandalosamente no logran explicar el alcance de sus delitos.
El estilo adoptado por el gobierno municipal de hacerse los tontos para dejar pasar la censura es un modelo clásico utilizado por la P2, Antonio y Franco Macri cuando lograron que los genocidas les garantizaran el pago por el Estado de sus propias deudas en 1982 y compraron Sevel.
No a la censura previa investigación de las amenazas de bombas y despidos juicio y cárcel a los responsables.
Que la Secretaria de DDHH del municipio garantice la emisión del programa Ensalada Mixta.
(*) Del Partido Obrero