por Juan Pecoraro*
Fomentar las condiciones cívicas, hacen de la política el arte de lo posible, la necesidad de creer que aún se pueden encontrar variables que hagan posible la unidad del peronismo. No se puede a esta altura de los acontecimientos pensar que la institución partidaria esté sin contenido, sin la mínima capacidad de elegir mediante el consenso a los que deberían representar a millones de argentinos que piensan y sienten una forma de ser, tener la humildad de reconocer que nadie está en condiciones de ungir candidatos, los cualesdeberían surgir de un amplio y transparente acto eleccionario interno, cuyo resultado es tener, autoridades naturales, sin las cuales sería impensado el funcionamiento pleno del Partido Justicialista.
El Movimiento Nacional Peronista, tiene la enorme tarea de llevar a cabo el rescate de la identidad partidaria, el sostenimiento de ideas y principios quefortalezcan el juego de la democracia, la propia Constitución Nacional, destaca el rol que deberían cumplir los partidos y no una mera representación electoral que a lo único que conduce es a la disgregación y confusión general. La problemática partidaria, no puede estar ausente, en este juego simple de la democracia, donde muchos creen que armando una lista de unidad,integrada por derrotados y “supuestos” peronistas que fueron cómplices durante las dos últimas décadas de la debacle partidaria. Sería una pena que un acuerdo de cúpula, margine otra vez la posibilidad mediante el voto de los afiliados a ser partícipes de elección de las autoridades naturales.La crisis partidaria es enorme y consensuar no es el camino adecuado.
(*) Integrante de la 8 de Octubre y de Proyección Vecinal Justicialista