Informe Económico Semanal del Banco Ciudad
Tras el fallo favorable de la Cámara de Apelaciones la semana pasada, finalmente a comienzos de esta semana el gobierno pudo salir a buscar financiamiento en los mercados internacionales para hacer frente a los pagos acordados con los acreedores que aceptaron la propuesta argentina. Frente a la idea original de colocar USD 15.000 millones, el gobierno decidió finalmente extender la emisión hasta los USD 16.500 millones, en vista del fuerte interés que despertó la operación entre los inversores internacionales, que presentaronofertas por USD 68.600 millones. Este monto se repartió en títulos a 3 (USD 2.750 millones), 5 (USD 4.500 millones), 10 (USD 6.500 millones) y 30 años (USD 2.750 millones), constituyendo en este último caso, la primera colocación voluntaria de deuda que realiza el país a un plazo tan largo. Con tasas de 6,25%, 6,87%, 7,50% y 7,62%, respectivamente a cada uno de estos plazos, la emisión terminó arrojando una tasa promedio de 7,20%, inferior a lo que inicialmente se presuponía; y de hecho, desde el Ministerio de Economía se indicó, en este sentido, que el monto emitido se podría haber incrementado sustancialmente sin incurrir en un costo mucho mayor en términos de tasa de interés. Del monto total obtenido, USD 9.300 millones se destinaron a pagar lo acordado con los acreedores que aceptaron la propuesta presentada por el país, en tanto que el resto, unos USD 7.200 millones, tendrá como destino alternativamente la financiación del déficit y vencimientos de deuda del corriente año y el financiamiento de un plan de obras de infraestructura.
El éxito que obtuvo la colocación, con ofertas que superaron en más de cuatro veces el monto emitido y un rendimiento inferior a lo que se preveía inicialmente, descansa en un cúmulo de factores. Por un lado jugó a favor el contexto internacional, que a pesar de presentar mayores riesgos que los que se observaban algunos años atrás, continúa siendo relativamente favorable. En este sentido, si bien se espera un menor crecimiento (desaceleración de la economía China y estancamiento de la actividad económica en Europa), las perspectivas continúan siendo positivas en términos de liquidez internacional, con tasas de interés de referencia que por el momento siguen en niveles cercanos a cero. A su vez, en dicho contexto, el atractivo rendimiento que ofrecen los títulos locales en comparación con lo que pagan los bonos de otros países de la región, claramente ha contribuido al éxito de la colocación. Ahora bien, en relación a este punto, si bien por un lado el spread que existe respecto al costo de financiamiento que enfrentan otros países en desarrollo descansa en el hecho de que el país se encuentra saliendo del default y enfrenta un cuadro macroeconómico aún complejo, al mismo tiempo el alto interés que despertó la colocación entre los inversores internacionales constituye también un voto de confianza respecto a la capacidad del gobierno de encarar y resolver de forma favorable los desafíos pendientes en materia económica.
De esta manera, siguiendo el pago a los holdouts, este viernes, y la habilitación por parte del juez T. Griesa para regularizar los pagos que se encontraban pendientes de la deuda restructurada en los canjes de 2005 y 2010, el país logró finalmente poner un punto final al conflicto por la deuda después de 15 años. Y es que si bien aún resta un grupo menor de acreedores que todavía no han aceptado la propuesta presentada por el gobierno en febrero pasado, la remoción de las restricciones que había impuesto el juez T. Griesa al país para el pago de su deuda le quita a los acreedores su principal herramienta de negociación, por lo que es de esperar que en las próximas semanas se vayan conociendo nuevos acuerdos. Adicionalmente, existe un monto aún no determinado de la deuda en situación de default que se encuentra prescripta, lo cual tiende también a restar relevancia al grupo de holdouts que todavía sigue sin acordar. En este sentido, la agencia de calificación Moody´s ya mejoró la nota de la deuda argentina, llevándola de Caa1 a B3, y sacándola con esto de la condición de default selectivo.
Finalmente, tras la colocación de deuda de esta semana, y siguiendo la regularización de los pagos de la deuda restructurada que se encuentran pendientes, las reservas experimentarán un salto de unos USD 4.600 millones. Efectivamente, restando los USD 9.300 millones que se destinaron al pago de los acuerdos alcanzados con los holdouts, quedan unos USD 7.200 millones del producido de la emisión que pasarán a engrosar las reservas. Sin embargo, a medida que se vayan regularizando en los próximos días los pagos de la deuda restructurada que se encuentran pendientes desde el año 2014, las reservas registrarán un descenso de USD 2.650 millones. Tras este proceso, y abstrayendo de otros movimientos, las reservas pasarían de los USD 29.183 millones actuales a ubicarse en torno a USD 33.700 millones.