por Nicolás Teodosiu*
El 2 de Abril de 1916, el triunfo de Yrigoyen en las elecciones presidenciales, por primera vez mediante sufragio universal, secreto y obligatorio, significa mucho más que la victoria en una contienda electoral, significó el triunfo de 30 años de luchas por darle a la nación argentina un sistema que consagre el respeto a la república y la instauración definitiva de los institutos democráticos. Tanto Alem como Yrigoyen comprendieron que la falta de la institucionalidad republicana iba más allá de un problema formal, ya que al pueblo no sólo se le negaba la posibilidad de votar libremente, sino que además se le impedía el acceso a la educación y luego a un trabajo digno. No era considerado por los hombres del poder más que como mano de obra barata, por lo tanto, para los hombres de la UCR se convirtió en un imperativo ético terminar con ese régimen “falaz y descreído”. De ahí que las luchas, levantamientos armados y abstenciones electorales, con el fin de darle al pueblo argentino una democracia bien constituida, fueron parte esencial de la identidad partidaria del radicalismo desde un principio, por lo que el 2 de Abril de 1916 fue la culminación de esas luchas con el triunfo del pueblo todo.Por todo estos motivos, a cien años de aquella histórica jornada, reafirmamos el continuo desafío para la UCR en ser garante de esa restauración republicana.
(*) Presidente de la UCR Lanús