“En Lanús hoy actúan: la Policia Federal y la Gendarmería Nacional; más las policías de la provincia de Buenos Aires; la Jefatura Departamental de Juncal y Salta; diez comisarías; las Patrullas Comunitarias que recorren las cuadrículas, Investigaciones, Seguridad vial, Caballería, Infantería, los coloridos policías municipales, y algún otro organismo que me estoy olvidando por una cuestion senil. ¿Todos esos entes no alcanzan para ubicar y detener a los ladrones que viven en Lanús? ¿No se les ocurre ir a la noche y sacarlos de las madrigueras como ratas que son? ¿Ningún jefe tiene tiempo para hablar con el personal y preguntarle a qué delincuentes conoce cerca de su domicilio? No sigamos inundando las calles de uniformados que no solucionan el problema de inseguridad en Lanús. Esto, es dinero que sale de nuestros impuestos. Y además hay otro problema que se esconde como la mugre bajo la alfombra y es el Poder Judicial. Ellos son los responsables de la puerta giratoria para los delincuentes y la entrada al cementerio de los vecinos. En un año me avisan si estoy equivocado”, dice el comisario inspector retirado, Eduardo Moltedo, “vecino de Lanús desde 1946”, como a él le gusta presentarse.