Los vecinos que se comunicaron con La Defensa, se sienten “martirizados por la mugre y los ruidos de la cuadra de Piñeiro entre avenida H. Yrigoyen y del Valle Iberlucea”. Aunque hace unos días la municipalidad parece haber realizado un operativo para que los comerciantes no ocupen la vereda,cosa que venia sucediendo desde hace años, algunos de los comercios cuando no pasan los inspectores vuelven a la carga. Los “patrones de la calle”, son principalmente dos verdulerías y una remisería. La verdulería de Piñeiro 49 estaciona su camión varias veces, en cualquier horario, sobre la mano derecha, y en las paradas de colectivos. Ya han agredido a inspectoras de tránsito en más de una oportunidad.
La verdulería que funciona en el número 57 de la cuadra, abre a las cinco o cinco y media de la mañana, y no escatiman ruidos. Cuando no hay inspectores también estacionan su camion en las paradas de los colectivos. Además de los olores y la mugre, no quieren entregar tickets y no posee balanza electrónica.
En la remisería ubicada en el 60 de esa cuadra, tienen las horas de la noche una decena de choferes charlando en voz muy alta, en coro, como si estuvieran en un club, y en la vereda, lo que hace insoportable dormir a los vecinos. Además estacionan en ambas manos, y en toda la cuadra.
Y también se suman al “martirio” las paradas de colectivos con las filas de los pasajeros esperando, cuando a pocos metros, sobre Plaza Belgrano se han construido dársenas nuevas: ¿Por qué tiene que haber paradas en esta cuadra, entonces?
¡Ah, y las veredas como en casi todo el distrito, están todas rotas!
Todo esto sucede ante la pasividad, desde años ha, de la comuna.