Marcelo D’Alessandro (foto) apenas fue elegido diputado nacional por el Frente Renovador, lo primero que hizo fue mudarse de su casa de Lanús -en la esquina de Córdoba y Juncal- con rumbo desconocido. Todo un mensaje.
Lo segundo fue cuando asumió y protagonizó un papelón al leer su dicurso, cosa que está prohibida por el reglamento de la Cámara de Diputados que establece que “los discursos no podrán ser leídos”. “Para exponer apenas levantó la vista del texto e incluso, en algunos pasajes, siguió el texto con su dedo”, dice la crónica de Radio Nacional.
Más adelante, en 2015, como lo hacía ganador a Daniel Scioli, votaba junto al kirchnerismo y hasta apareció en algunos actos proselitistas K.
Ahora, cuatro de copas en el massismo, D'Alessandro está tramitando -con un contacto lanusense de peso- su pase a las filas del interbloque Juntos por Argentina, que integran entre otros Darío Giustozzi, Sandro Guzmán y José Orellana.