por Lisandro Martínez*
La lucha municipal impone reincorporaciones y bono de $2.000En medio de un ataque general contra los trabajadores municipales que tiene como blanco la estabilidad laboral (prescripta en la Ley 14656 de paritarias municipales) y el cese de miles de contratados de la provincia de Buenos Aires, el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) de Coronel Suárez obtuvo un muy importante triunfo, que es el resultado de una orientación combativa, clasista. Con la lucha y la acción directa se impuso en tiempo récord la continuidad laboral de los 60 contratos que la intendencia pretendía dar de baja. Esta victoria señala un camino para enfrentar y derrotar el ajuste de todos los intendentes que descargan sobre los trabajadores la quiebra de los municipios. El triunfo obtenido fue la respuesta obrera al ajuste que intentó el intendente Roberto Palacio, sucesor del derrotado y “eterno” kirchnerista Ricardo Moccero, que dejó una comuna en bancarrota. Los que hoy gobiernan no pueden invocar la herencia recibida porque vienen del mismo tronco que Moccero. Palacio se pasóa Cambiemos después de haber sido secretario de Gobierno del anterior intendente y presidente del Concejo Deliberante. Para derrotar las cesantías, los municipales suarences permanecieron en asamblea permanente frente al Corralón y denunciaron que el intendente
incumplía el acta firmada donde se ratificaba el respeto a todas las fuentes laborales y ninguna cesantía de personal contratado, provisional o temporario. Esta victoria sobre el ajuste frenó los despidos y paró preventivamente una segunda tanda que tenían en preparación. El recule del Ejecutivo municipal fue completo, y llegaron a declarar a los medios que la baja de contratos nunca había sido una decisión firme del gobierno. Ahora la municipalidad intenta maniobrar: la renovación de los contratos no responde a la ley que establece que los contratados con más de un año deben pasar a planta como provisionales. Palacio pretende renovar contratos con plazo fijo. Esta defensa de los puestos de trabajo por parte del combativo sindicato que encabeza el secretario general Rubén Allende empalma con otro triunfo recientemente obtenido, como es el bono de fin de año de 2.000 pesos. Ahora, el STM de Coronel Suárez sigue en asamblea permanente frente al Corralón y reclama que se ponga en marcha la paritaria municipal, para elaborar el convenio colectivo de trabajo de acuerdo con la nueva ley (estabilidad laboral para todos los trabajadores con doce meses trabajados). El pliego de reclamos incorpora un pedido de aumento salarial del 40% ante la devaluación, la carestía y la inminencia de los tarifazos. El municipio intenta organizar la recolección de residuos con militantes y funcionarios de Cambiemos y reclama la intervención del Ministerio de Trabajo (conciliación obligatoria). Hay que rodear de solidaridad esta lucha y difundir su ejemplo. Los municipales hacen punta contra la ofensiva ajustadora que apunta al conjunto de los trabajadores y el pueblo.La burocracia sindical ata su permanencia en los sillones no a la lucha sino al pacto social.
(*) Del Partido Obrero