Ayer se realizaron dos sesiones extraordinarias. En la primera los mayores contribuyentes y los concejales aprobaron por unanimidad la ordenanza fiscal e impositiva por la que quedó establecida la “adecuación” de la tasas, que se incrementarán en un 27% el año próximo. La votaron 17 contribuyentes y 19 ediles.En la segunda se aprobó el presupuesto para el ejercicio próximo, que es de aproximadamente $2.073 millones, y que fuera enviado para su estudio en el mes de octubre. No obstante el análisis de números y partidas que hicieran Noelia Quindimil, Adriana Storni y Jorge Montero, las partidas presupuestarias deberán ser modificadas por el intendente Néstor Grindetti, una vez que asuma ya que -como anticipáramos- el cambio del organigrama demandará que haya transferencia de las mismas, debiendo ser notificados estos cambios al HCD dentro de un término de 45 días. Para que esto pueda producirse libremente se le permite a Grindetti que utilice la atribución de cambiar partidas y destinos -los “súper poderes”, como se los denomina coloquialmente- según la reforma administrativa que realice. Heriberto Deibe, acertado en su definición, dijo que “la aprobación de este presupuesto es un cheque en blanco, por lo cual espero que sea utilizado correctamente. Les deseo lo mejor”. Fue aprobado por 20 concejales, ya que Nicolás Russo,
que no concurrió a la primera sesión, se incorporó al recinto al comienzo de ésta. Los ediles que no estuvieron en estas sesiones fueron Mabel Gagino, Aldana Damone, Stella Maris García y Salvador Baratta.
La jura de los nuevos concejales se realizará en el HCD el miércoles 9 de diciembre a las 19:00 y la de Grindetti, el intendente, una hora después.
La despedida:
Al término de las sesiones los ediles que continúan en sus funciones despidieron a quienes tienen el mandato vencido y se reiteraron en salutaciones y deseos. Y los que se fueron desgranaron agradecimientos. Pero hubo algunos momentos para mencionar: La despedida de Francisco Malvaso, quien ocupó en su banca en la gestión de Manuel Quindimil y se mantuvo en ella durante más de 20 años. Hizo mención a Roberto Miguélez “quien me acercó a la política”, a Quindimil “que me fue a buscar” a Tito Pallares y a Miguel Moschino, entre otros recuerdos. Luego de aclarar que era “un hombre de Perón y Evita”, expresó: “Si yo hubiera traicionado al intendente todavía estaría acá. Los que quisieron sacarme con carpeta no pudieron. Me quisieron sacar de Smata y no pudieron. Le agradezco al que usó la lapicera para sacarme de la lista porque me voy con la conciencia tranquila”.
El otro momento que vale la pena mencionar fue la referencia que hizo Storni sobre Silvia Muntaner, edil del Pro, quien falleció durante su mandato. Luego de narrar alguna anécdota, expresó: “Si nos viera estaría contenta que el partido al que perteneció llegó al poder” y Jorge Schiavone le agradeció efusivamente el recuerdo.
Casi olvidado
A pesar de todas las menciones que se hicieron, desde el FV evitaron cuidadosamente pronunciar el nombre de Salvador Baratta, que no estuvo en las últimas sesiones. Fue rescatado en la despedida por Noelia Quindimil, quien leyó los nombres de todos los que se retiraron.
Marta Santos