De dos lugares distintos llegaron a La Defensa rumores de que podrían sufrir sabotajes, algunas unidades móviles de la municipalidad, de las pocas que la gestión Darío Diaz Perez dejó funcionando.
Es que pasada la expectativa de los primeros días de la gestión de Nestor Grindetti, la planta ve pocos beneficios. La invasión de gente de “afuera”, produce una “grieta” casi insalvable. Para colmo muchos forasteros se muestran insatisfechos con los sueldos de los jerarcas de Lanús, que rondan los 25.000 pesos, y algunos de ellos emigran al gobierno federal o al provincial, como los hizo Carlos Walter, y Pedro Pourthe, que estuvo dos minutos como director de personal y se fue a nación, y quedo Javier Corneola como subsecretario de Recursos Humanos, una oficina que antes tenía rango de dirección.
Y la “grieta” se ensancha cuando los trabajadores -algunos ganan $3.200- comparan su realidad con la de los de “arriba”.
En este contexto, el área siempre difícil de manejar como es la de la limpieza, la maneja Gustavo Alvarez, secretario de Espacios Públicos, descripto por un veterano municipal como “un contador que no sabe nada de gestión de residuos, que está en la comision directiva del club Independiente con gente de Moyano, y que ahora trae otra mafia: la del sindicato de Camioneros, que encima no saben donde están parados”. De allí, de esta fuente, surge una de las alertas sobre posibles sabotajes a los camiones municipales. La otra proviene de afuera del municipio.