por Alejandro Chitrángulo
Los ruidos afectan la salud peligrosamente. Hace muchos años, un estudiante de segundo año de secundaria fue a su primer concierto de rock con sus compañeros. Permanecieron hasta tarde, eufóricos con la excitación de la multitud rebosante, abrumados por el incesante retumbar del ritmo. Ni siquiera podían escucharse a ellos mismos con la música que venía de la pila de parlantes, de manera que gritaban en sus oídos sobre lo bien que lo estaban pasando. En un momento, el estudiante sintió un dolor en el oído, pero hasta que el concierto terminó y salieron del lugar, él no tenía ni la menor idea de cuánto había dañado su audición en ese par de horas.Según el Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por su sigla en inglés), incluso un minuto de exposición a un ruido de 110 decibeles (medida de volumen) puede conducir a la pérdida de audición permanente. Un concierto de rock amplificado tiene usualmente alrededor de 140 decibeles. Después de la exposición al ruido peligroso, sus oídos quizás se sientan tapados y apenas pueda oír a las personas cuando conversen con usted. También puede oír un silbido constante, de tono alto, condición llamada tinnitus. A pesar de que usted puede
recuperar parte de la audición dentro de un par de días y de que puede reducirse el tinnitus, todavía puede sufrir algún daño permanente de su capacidad auditiva. Y cuando esté en una habitación en silencio, usted podría oír un campanilleo en los oídos.
NIDCD, en colaboración con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional de EE.UU., está dirigiendo una coalición de 85 organizaciones nacionales en una campaña para prevenir la pérdida de audición inducida por ruido llamada ¡ESCUCHAR CON SABIDURÍA! La campaña incluye eventos y una variedad de material para ayudar a las personas a entender cómo oímos, cómo se daña nuestra audición y cómo prevenir la pérdida de audición.
NIDCD dice que 30 millones de estadounidenses de todas las edades están expuestos a niveles de sonido peligrosos en forma sistemática. Gran parte de esta exposición está en el trabajo, alrededor de las máquinas y herramientas eléctricas, pero las personas están también expuestas a los ruidos fuertes cuando juegan y están en casa. Las fuentes de ruidos fuertes que pueden causar pérdida de audición inducida por ruido incluyen motocicletas, petardos y armas de fuego pequeñas, todo creando sonidos de entre 120 decibeles y 140 decibeles. Motos de nieve, autos de carrera, sirenas, pistolas y los modelos de aviones accionados por motor pueden dañar su audición también. Los ruidos perjudiciales en casa pueden venir de aspiradoras, cortadoras de césped, sopladores de hojas y secadores de pelo.
Tanto las células ciliadas del oído interno como el nervio que percibe el sonido (nervio auditivo) son vulnerables a los ruidos fuertes. El daño puede ser el resultado de un ruido intenso breve como una explosión, o de los ruidos como aquellos producidos por el trabajo de carpintería y las herramientas eléctricas. El daño de un sonido intenso breve quizás sea instantáneo y dé lugar a una pérdida de audición inmediata que puede ser permanente. El tinnitus, la condición por la cual usted oye un campanilleo, zumbido o ronquido en los oídos puede acompañar el daño. Tinnitus puede ceder con el transcurso del tiempo, pero quizás continúe constantemente o intermitentemente por el resto de su vida.
Los ruidos del tránsito afectan el descanso
Según los especialistas los ruidos del tránsito afectan el descanso y el estado de ánimo de las personas, una situación que puede potencialmente afectar su salud.
Un estudio realizado por el Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) encontró que “la exposición prolongada al ruido aumenta el riesgo de sufrir ataques cardíacos e hipertensión arterial. Los ruidos nocturnos pueden afectar la calidad del sueño y promover el cansancio y el insomnio”. Los expertos citaron en su investigación a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recientemente declaró que los ruidos ambientales son un tipo de contaminación dañina ya que generan efectos negativos en la salud física y psicológica. Las conclusiones del nuevo estudio fueron publicadas en la revista American Journal of Preventive Medicine.
Ruidos que enferman
Los investigadores trabajaron en una zona urbana que incluyó a varias ciudades con redes de tránsito complejas y autopistas. Calcularon la exposición a los ruidos del tránsito del lugar teniendo en cuenta múltiples factores, como la velocidad promedio de los vehículos y la cantidad de autos que circulaban. También tuvieron en cuenta la diferencia en los ruidos generados durante la noche y el día.
“Nuestra investigación muestra que, en promedio, la población general tiene un riesgo del 9,5% de sentirse molesta a causa de los ruidos del tránsito, mientras que para experimentar problemas para dormir el peligro es del 2,3%”, afirma James Holt, epidemiólogo a cargo de la investigación.
El experto explica que esta situación es muy dañina para la salud porque “el descanso adecuado y el bienestar mental son tan esenciales para la buena salud como la nutrición adecuada y la actividad física. Disminuir el problema del ruido ambiental es un factor esencial para mejorar o crear comunidades saludables donde los adultos y niños puedan jugar, vivir y trabajar”.